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a presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció, este miércoles, un aumento del 22% en las asignaciones familiares que cobran todos asalariados en blanco y en la asignación universal por hijo, y adelantó la suba del 16,9 por ciento en todos los haberes jubilatorios a partir del 1 de septiembre, como prevé la ley de movilidad. Además, reclamó "responsabilidad" por parte de los empresarios y de los sindicalistas para que los anuncios no se trasladen a los precios. Lo hizo a través de la cadena nacional en el marco de un acto que encabezó este mediodía en el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno.
El aumento en las jubilaciones anunciado en el mediodía de este miércoles llevará el haber mínimo a 1.046,50 pesos, de los 895.20 actuales. A eso se sumará, según explicó la Presidente, el subsidio del PAMI, lo que dejará en 1.091 pesos la jubilación mínima.
La Presidente destacó en su discurso que la suba acumulada entre 2009 y este año es del 51,65%, sumado al 8,21 por ciento otorgado en marzo y al 19,88% de 2009 (11,69% en marzo y 7,34 en septiembre).
"El impacto anual del aumento son 14.258 millones de pesos por arriba de lo que ya se está pagando, lo que va a demandar este aumento de 26,49 de la jubilación este año", afirmó Cristina. Y destacó que "casi el 87 de los argentinos en edad de jubilación están dentro del sistema previsional".
El acto arrancó y terminó con la marcha peronista sonando de fondo. "Pensé que ingresaba a una cancha de fútbol", bromeó la Presidente en su primera intervención.
Tras el anuncio esperado en materia de jubilados, Cristina sorprendió con una suba del 22% para la asignación universal por hijo, que llega a 3.684.000 chicos, y para las asignaciones familiares, que pasarán de 180 a 220 pesos.
Según dijo en su extenso discurso, los aumentos anunciados en asignación familiar y haberes jubilatorios representan 1,35 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) y garantizan "un horizonte de actividad económica y consumo".
Con un papel en la mano, Cristina aseguró que en el caso de la asignación familiar significará un impacto de 1.966,8 millones, y en el de la asignación universal de 1.768 millones.
La Presidente remarcó que "desde 1997 hasta 2003" las asignaciones pasaron por lo que llamó "La era de hielo" y se mantuvieron en "40 pesos"; mientras que desde 2003 a la fecha, aumentaron "550 por ciento".
Tras el bombardeo de cifras, Cristina se acordó de los dirigentes sindicales y de los empresarios. "Este aumento no puede tener correlato en aumento de precios, las negociaciones salariales están terminadas", les dijo a los dueños de las empresas.
Para los dirigentes sindicalistas tuvo un párrafo aparte. "Convoco a esa responsabilidad para los que ya han conseguido muchos derechos tengan la mirada puesta en los que todavía no tienen y así este modelo pueda seguir sustentándose", reflexionó Cristina en un acto en el que también anunció la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo.
Cristina volvió a cuestionar al arco opositor que busca fijar el 82 por ciento móvil en las jubilaciones. "No se puede pasar de descontar sueldos a jubilados y pensionados a convertirse en abanderados de los humildes", ironizó Cristina. "Todo el mundo tiene derecho a cambiar de idea, pero eso de hacer una cosa cuando se es gobierno y otra cuando se es oposición, no", agregó.
