Y
debido a que en esa vieja cañería tenía peces muertos y otras suciedades, se resolvió echar más cloro en el agua que consume la población, lo que generó el olor que preocupó en los últimos días. Desde Obras Públicas, el secretario Aníbal García informó que el agua sigue siendo apta para el consumo y no conlleva ningún riesgo a la salud, basándose en los estudios que regularmente lleva adelante el licenciado Gustavo Etchegoyen, y que controla los parámetros en el estado del sistema de agua potable. El pasado viernes, una interrupción de energía no programada provocó un desperfecto en una de las válvulas de purga de la cañería nueva, averiando su sistema de cierre automático. Ante esta situación se procedió a poner en funcionamiento el esquema operativo de emergencia que involucra el vaciado de la cañería y su posterior limpieza, hecho que lógicamente despresuriza la red de distribución de toda la ciudad. En el interior del antiguo conducto había agua estancada desde hacía meses con peces en estado de putrefacción. (Fuente: Máxima Online)