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gobiado por las denuncias de ex empleados, las inspecciones de bromatología y los incumplimientos para las normas básicas que regulan el funcionamiento de los múltiples comercios que tiene en la ciudad, el responsable de la principal cadena de supermercados de Concepción del Uruguay analizaba hasta hace unos días el potencial cierre de los locales más comprometidos, y la venta de los que están en mejores condiciones para proceder a la apertura de un hipermercado en alguno de los grandes espacios propicios para el emprendimiento que hay en Concepción del Uruguay. Esta teoría era la esgrimida ante el acoso de los empleados, que ante las versiones cada vez más fuertes veían peligrar sus fuentes de trabajo. Sin embargo, la adhesión que el Concejo Deliberante hizo hace pocas horas a las leyes que marcan los límites a la instalación de las grandes superficies comerciales dentro de la ciudad, hizo que la iniciativa fuera abortada de forma total. Preocupación La preocupación generalizada de los empleados de los supermercados sobre los comentarios de cierre se canalizaron a través de la promesa de apertura de una especie de hipermercado con aporte de capitales de otras ciudades que se sumarían al del empresario uruguayense que ostenta hoy prácticamente un monopolio de la comercialización de los productos de consumo masivo en Concepción del Uruguay. El intento de este hipermercado en Concepción ya había sido un trascendido hace varios meses cuando una ola de despidos de la cadena y denuncias de ex empleados obligó a ventilar esta opción que se guardaba como una alternativa para zanjar los problemas que los supermercados individuales le están trayendo a los empresarios ante la falta de cumplimiento de normas básicas de sanidad e infraestructura. En problemas Dueño de los precios que se marcan en la ciudad, muy por encima de lo que tienen los hipermercados del resto de las ciudades entrerrianas, y sin la variedad de productos que ofrecen las grandes cadenas de comercialización, este grupo de supermercados de Concepción del Uruguay sigue siendo blanco de denuncias por la calidad de los productos de granja que comercializa hasta en mal estado. En este mismo sentido se ha remarcado por enésima vez que impone valores leoninos de pago a los productores de la zona, pues de no aceptar las condiciones, estos se quedan sin espacios donde colocar la mercadería. De igual modo, otro de los puntos que no encuentra salida para los supermercados de la cadena, es la falta de espacios para dotarlos de los obligatorios estacionamientos que por ordenanza debe disponer para sus clientes. La carga y descarga de mercadería en plena vía pública causa grandes trastornos de tránsito en la mayoría de los centros de venta de esta cadena. Sin la alternativa de poner un hipermercado que le haga salvar la situación, por ahora el trascendido de la venta de los supermercados que están en mejores condiciones seguiría en pie, mientra que los más comprometidos podrían correr el riesgo de cerrar de no mediar cambios internos y estructurales. La higiene bajo la lupa La higiene del lugar y la idoneidad de muchos de los despachantes de espacios donde la limpieza es vital, han generado numerosas quejas de parte de los clientes. De igual manera las inspecciones de bromatología han debido obligar al cambio de metodologías al descubrirse prácticas que atentan contra la salud pública, tales como lavar la carne con lavandina para sacarle el olor luego de varios días sin exposición al frío suficiente. Ex empleados de la firma han revelado la utilización de productos con envases rotos o defectuosos dispuestos en grandes frascos para ser vendidos a granel sin contar el estado original en el que estaban. (Diario Uno)