E
n ese camino allanado que parecía tener el contingente más grande de barrabravas argentinos para disfrutar el Mundial en Sudáfrica apareció un obstáculo grande. Cuatro de ellos fueron demorados por la Policía luego de que su avión llegara a Johannesburgo. La llegada fue a las 13.15 desde Luanda, Angola, en el vuelo DT577 de la compañía TAAG. Pero más de dos horas después del arribo sólo habían salido seis de los 80 integrantes del grupo. El resto se quedó esperando lo que ocurría con sus compañeros de viaje. Las noticias eran fuertes: había cuatro demorados. Dos de ellos serían integrantes de la barra de Lanús y otros tantos de la de Central. Más allá de la falta de una confirmación oficial, se pudo ver claramente en la puerta que separa la salida del hall principal del aeropuerto a un hincha con la camiseta de Tigre que hacía un inequívoco gesto a los que ya habían salido para avisarles que había detenidos. Los 80 barras se habían embarcado el sábado en Ezeiza y algunos de ellos mostraron caretas de la presidenta Cristina Fernández y el ex jefe de Estado Néstor Kirchner. Viajaron como parte de la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, cuya cara visible es Marcelo Mallo, hombre vinculado al Gobierno nacional.