E
l teléfono celular es, para muchos, vital: lo llevan a todas partes, lo consideran más valioso que la billetera o las llaves de su casa. Y ya no lo usan sólo para llamadas por teléfono o mensajes de texto: ahora también son reproductor de música, cámara digital, consola de videojuegos, navegador Web, GPS y más. Y sufren cuando el equipo se queda sin batería. Para ellos, aquí van algunos consejos para extender la autonomía de la batería. Eso sí: no hay milagros. Quienes perciben que las baterías de ahora duran menos que antes tienen algo de razón, porque mientras que la miniaturización de los componentes permite tener procesadores del mismo tamaño pero cada vez más poderosos, el aumento en la capacidad de las baterías no ha seguido ese ritmo. Además, los celulares hacen cada vez más cosas, lo que implica más tarea para el procesador. Para peor, son cada vez más populares los celulares con pantallas de gran tamaño (el 60% de los teléfonos vendidos en el mundo en el primer trimestre del año, según la consultora Canalys). Y la pantalla, justamente, es uno de los componentes que más energía consumen. La primera medida para lograr que la carga de la batería dure más es reducir el brillo del display a un nivel que siga siendo atractivo, pero no agote la carga del móvil en poco tiempo. La ubicación para configurar este ajuste varía de un modelo a otro, pero suele estar en un apartado llamado Herramientas o Configuración. Si se planea cambiar el celular, lo ideal es hacerlo por uno con pantalla OLED o Amoled (o Súper Amoled, que llegará al país en los próximos meses) y no LCD convencional, ya que esta última tecnología, más antigua, no es tan eficiente en el uso de la energía. También se puede configurar, por lo general, el tiempo en que la pantalla permanecerá encendida a la espera de un comando por parte del usuario antes de apagarse y bloquear el teclado del equipo. La mayoría de los teléfonos de gama media y alta tienen hoy antenas 3G, lo que les permite acceder a contenidos de Internet con una velocidad similar a la que puede tenerse en una conexión de banda ancha fija (de ADSL o cablemódem). Es muy conveniente si se va a usar el celular como módem para una notebook, se descargarán archivos grandes o se harán largas sesiones de navegación Web. Pero para chatear, enviar y recibir e-mail y visitar ocasionalmente algún sitio, o usar el teléfono sólo para llamadas y SMS, usar el 3G será un gasto innecesario de batería. Conviene poner el teléfono en modo 2G. La navegación será más lenta, pero el resto de los servicios no se verá afectado, y se ahorrará batería. Para los que tienen la posibilidad de conectarse a redes Wi-Fi o usar el teléfono como GPS, tener activos estos servicios también consume energía, aun si parece que no se están usando, lo mismo que el Bluetooth, que permite usar un manos libres inalámbrico en el auto o intercambiar datos con la PC. Util, pero derrocha energía si no se usa y se mantiene encendido. Los usuarios que reciben el correo electrónico en el teléfono, o tienen en funcionamiento otros servicios con conexión regular a la Red para recibir actualizaciones de Twitter, Facebook o el clima también pueden definir la periodicidad con que el equipo accede a Internet o, en el caso del e-mail , configurarlo para que no reciba mensajes durante la noche. En busca de soluciones, ya son varios los fabricantes que han presentado celulares con celdas solares, como el Pumaphone, presentado en febrero, que el fabricante de indumentaria deportiva espera comenzar a vender en Europa en los próximos meses. El equipo aprovecha la luz del sol para recargar su batería y les ahorra a sus usuarios depender de un enchufe o una PC para darle energía al móvil.