E
l hermano de la mamá de la beba hizo pública las dudas que les generó al grupo familiar el accionar de los médicos. En sentido opuesto destacaron la preocupación de las enfermeras. El tío de la víctima, Rodolfo Irrazabal explicó que con lo que atravesó su familia busca que “otros chicos no vivan esta experiencia, porque lo que digan o hagan (las autoridades) no devolverá la vida de Gina Alba Milagros”. Al mismo tiempo, el director del nosocomio, Orlando Elordi, indicó a este mismo medio que personal del Ministerio de Salud intervendrá en el caso para evaluar el accionar del equipo médico. Tras el nacimiento de Gina Alma Milagros Ramírez, el tío sostuvo que “la padiatra le dio el parte médico, diciendo que estaba en perfecto estado. La mamá notó que la bebé tenía cierta dificultad para respirar, pero entre la emoción del momento creyó que era por un resfrío. El lunes por la mañana notó que el cuadro continuaba y tenía como una especie de quejido, así que pidió que la pediatra la viera. Le dijo que no se alarmara, que no se trataba de nada, que era normal”. A raíz de que persistían los sín-tomas de la bebé, el tío de la criatura valoró la predisposición del personal de enfermería que solicitó la intervención de los médicos del nosocomio. “Pasaron las horas y la bebé seguía igual, la enfermera que lo notó, insistió y la vio otro pediatra. Corroboró que tenía dificultad para respirar, la hizo prender al pecho y por supuesto la bebé se calmó. Además, la retó a la enfermera, le dijo que ‘con tantos años trabajando, cómo no se iba a dar cuenta que la bebé tenía mañas’. Como tenía ‘mañas’, le iban a anexar una mamadera”, sostuvo. Irrazabal explicó que en ningún momento se le dio la mamadera, ya “que la bebé no tenía necesidad de tomar la teta, porque mi hermana no es madre primeriza, tiene cinco hijos”. Internación A raíz de que no se normalizaba, la propia madre le efectuó masajes abdominales para contrarrestar la respiración que, según entienden los familiares, no era normal. “La enfermera, pese a lo que le dijeron, volvió a insistir con la encargada de Sala, quien vino y revisó a la bebé y enseguida dijo que había que internarla. Tras hacerle unos chequeos, pudieron detectar que tenía una deficiencia cardíaca, tenía invertida la artería del oxígeno y había que operarla”, relató. Dado que la intervención qui-rúrgica en el Masvernat no se rea-liza, inmediatamente los familiares efectuaron la solicitud en la Secre-taría del hospital Garrahan para realizar la derivación a un nosocomio especializado. “Supuestamente hicieron esta solicitud, pero no había cama. Llegó el martes por la mañana, no había novedades, la madre fue a preguntar en Neo y un médico de ese sector le dijo que no preguntara”, dijo. Dado que recibió esa explicación por parte del profesional, los familiares se trasladaron a la oficina de derivaciones al Garrahan para consultar respecto al traslado. “Nos dijeron que no hicieron ninguna solicitud de traslado porque no habían recibido el pedido desde Neo. Entonces intentaron hablar con (Orlando) Elordi y la secretaria les dijo que no nos podía atender”. Tras recibir una nueva negativa, Irrazabal explicó que “se les exigió a las secretarias que por favor atendieran su caso y así empezaron a hacer el pedido. En menos de una hora hicieron todo lo necesario para hacer el traslado”. No obstante, la bebé tuvo cuatro paros cardíacos a las 4 de la tarde y dos horas más tarde se produjo el fallecimiento. Por último, el familiar calificó de “vergonzosa” el acta de defunción. “Sabemos que no puede tener ta-chaduras, colocaron mal el DNI de la bebé y tenía enmiendas en datos a llenar. Ni siquiera pidieron disculpas”, finalizó. (Fuente: LT15)