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ntre Ríos ya está integrada al mapa epidemiológico que marca la existencia del mosquito transmisor de la leishmaniasis: un relevamiento hecho en la zona Noreste del país (que incluyó además a las provincias de Corrientes, Santa Fe y Chaco) y también al Uruguay, determinó que el flebótomo vector de la enfermedad se encuentra en Chajarí. La tendencia marcada por los expertos indica que habrá un itinerario descendente en la migración del mosquito. Por eso, en breve podría hallarse también en Federación y Concordia. El dato se conoció durante una reunión de expertos que juntó el miércoles último a autoridades del Ministerio de Salud de Entre Ríos, el Colegio de Veterinarios y expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La leishmaniasis es una enfermedad provocada por un parásito (la leishmania), que invade diferentes órganos del perro, y también de otros mamíferos, ocasionando lesiones de diversa consideración. Cuando el mosquito pica al animal, le transmite la enfermedad con la picadura. Pero se trata de un insecto mínimo: el mosquito es de una dimensión tal que se asemeja a un jején, y sólo pican las especies hembra. Y su picadura sólo transmite la enfermedad si antes picó a otro animal infectado. Pero ese animal infectado ya se convierte en un riesgo sanitario grave: le leishmaniasis de tipo visceral es la más riesgosa en el hombre. Y la que provoca más muertes. Relevamiento “Pero el hecho de que esté el mosquito presente, no quiere decir que también tengamos la enfermedad. El mosquito transmisor del dengue, el aedes aegypti, se halló en 2006, y el dengue recién apareció en 2009”, aclaró el ministro de Salud, Ángel Giano. De todos modos, Giano planteó la necesidad de estar “alertas” e iniciar las tareas de “prevención” en las zonas de potencial riesgo sanitario. “Al tener flebótomo, y al existir la enfermedad en el sur de la provincia de Corrientes, la tendencia indica que puede aparecer aquí también. Aunque por ahora no hay riesgo: el mosquito de la leishmaniasis es igual que el mosquito del dengue, actúa sólo con las altas temperaturas. Por ahora, no tendremos mayores inconvenientes”, dijo Giano. Ya a fines de 2008, Entre Ríos había sido declarada por la Nación como zona “vulnerable” frente a la leishmaniasis debido a la presencia de perros y flebótomos infectados en el sur de la provincia de Corrientes, particularmente en Monte Caseros, a la que separan apenas 60 kilómetros de Chajarí. Desde entonces, comenzó un relevamiento intensivo en procura de establecer la presencia del vector en territorio provincial. Así, a través del Programa Nacional de Leishmaniasis, se realizaron muestreos para determinar la presencia del vector de leishmaniasis visceral (lutzomyia longipalpis) en 27 localidades de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, y en los departamentos de Salto y Artigas de la República Oriental del Uruguay, Así, se pudo determinar la presencia de colonización incipiente por el vector de leishmaniasis visceral en Chajarí (Entre Ríos), Alvear, La Cruz, Curuzú Cuatiá y Bella Vista (Corrientes), Resistencia y Puerto Vilelas (Chaco) y Salto y Bella Unión (República Oriental del Uruguay). Lo que viene Un informe oficial dio cuenta que “desde diciembre de 2008 el Ministerio de Salud ha estado trabajando en la capacitación del personal y en prevención de la leishmaniasis visceral, debido a que el norte de la provincia de Entre Ríos fue reconocido como vulnerable para esta enfermedad al haberse encontrado en esa oportunidad focos de transmisión en Corrientes con presencia de vector y perros infectados”. Al respecto, Silvina Saavedra, directora de Epidemiología, sostuvo que “en septiembre de 2008 en particular se comenzó a plantear el tema a los veterinarios de cada uno de los municipios, ya que donde primero se detecta la enfermedad es en los perros”. Aunque ya en febrero de 2009, indicó, “se detectaron casos de perros infectados con leishmaniasis en el sur de la provincia de Corrientes, a unos 60 kilómetros del único límite seco de la provincia de Entre Ríos”. La leishmaniasis visceral es una enfermedad parasitaria grave, siendo el principal reservorio es el perro, y el insecto Lutzomyia longipalpis es el transmisor. La tasa de letalidad humana es cercana al 7 % y 8 %, especialmente en los casos de personas menores de edad. Una vez detectado el flebótomo, señaló el ministro Giano, lo que sigue es armar redes de prevención. “Ahora, lo que tenemos que hacer es preparar a la población para cuando vuelva a aumentar la temperatura. El inconveniente es que el flebótomo está en la materia orgánica, y a quien pica es al perro. Entonces hay que tener cuidado. No sólo al perro de la calle, sino al que tenemos en la casa. Materia orgánica hay en todos lados, eso hay que tenerlo muy presente”, subrayó. “Los expertos nos dicen que el flebótomo está en Chajarí, pero que luego puede mudarse a Federación, y luego a Concordia. Viene en este camino de descenso. La tendencia dice que va a descender, más allá de las barreras que podamos establecer. Pero cuanto más preparados estemos, mejor. Y por eso apuntamos al trabajo conjunto”, señaló. (Fuente: El Diario)