E
n los juzgados se siguen acumulando denuncias por violencia escolar y por incidentes que protagonizan alumnos hacia los docentes, o bien vecinos hacia los maestros de establecimientos educativos. Esto ocurrió en Concepción del Uruguay y en Paraná. Un hecho de preocupantes características se registró en una escuela de Concepción del Uruguay , durante el cual tres alumnos de 5º grado amenazaron a una docente luego de que esta intentara dejarlos demorados en un recreo por no cumplir con sus tareas. El incidente tuvo lugar el miércoles en la escuela Nº 83 Mesopotamia Argentina, cuando la maestra de 38 años, de quien se reserva la identidad, decidió dejar a los alumnos sin recreo, demorando así su salida del aula en el momento en que se disponían a ir al comedor, motivada esta medida por el no cumplimiento de sus tareas. Al parecer algunos de los menores reaccionaron mal a este tipo de correctivo y uno de ellos, de 13 años, la amenazó con romperle los vidrios del auto y la casa. A este chico, habría denunciado la docente, se sumaron otros dos de 12 y 11 años, uno de los cuales habría intentado golpearla. La maestra, ante el complicado momento, llamó por el celular a la directora quien intervino y descomprimió la situación, tras lo cual la docente se dirigió a dependencias policiales y radicó la denuncia, que recayó en la comisaría del Menor y la Mujer. Allí personal policial tomó la presentación y se inició la causa judicial con conocimiento del Juzgado de Menores de Concepción del Uruguay. Respecto de este tema, Fabiana Mohr, directora del establecimiento, minimizó el incidente, atribuyéndolo a la falta de conocimiento del alumnado por parte de la docente, recientemente incorporada a la escuela, ya que se hizo cargo de su curso este año. La directora destacó que el incidente no fue de gravedad y este fue informado a la supervisora. A este establecimiento educativo, ubicado en el barrio San Isidro, concurren en su mayoría chicos de humilde condición económica, muchos de los cuales –como en otras escuelas– no sólo van para educarse, sino que tienen la necesidad del almuerzo que se les brinda y esto es muy importante para ellos, por lo que la medida disciplinaria que afectaba la concurrencia a la hora de comer pudo ser el detonante de ese incidente. En este marco, otra docente señaló que muchos chicos tienen problemas de conducta, lo que los pueden hacer por momentos algo agresivos y sólo la comprensión y paciencia es la manera con la que se los puede contener. Luego de los sucesos, la actividad en el establecimiento fue normal, más allá de la presentación judicial y policial formulada por la docente que se sintió afectada por el tenor de las amenazas recibidas. Auto dañado Por otra parte, en la capital entrerriana se tomó conocimiento de que una docente de la escuela Esparza sufrió la rotura de su vehículo mientras daba clases en el establecimiento ubicado en el barrio Mosconi de Paraná. Según pudieron constatar las autoridades del colegio, los delincuentes arrojaron un hierro envuelto en una franela que impactó en uno de los vidrios laterales del Ford Escort rojo de la maestra Carina Maidana. “No es la primera que nos pasa algo como esto”, afirmó la directora de la escuela, Hilda Leguizamón, y enumeró una serie de inconvenientes que padecen los trabajadores de la educación. “Los colectivos nos dejan a un par de cuadras y en ese trayecto nos asaltan. Cuando venimos en nuestros autos nos rompen todo. Hasta implementaron una custodia policial que se mantuvo durante un par de días, pero finalmente se dejaba sin efecto”, explicó la docente conocida por su trabajo social en la zona este de Paraná. Sin disimular su resignación expresó: “Sentimos una gran impotencia”. Tanto malestar causó esta nueva agresión que la docente prefirió no realizar la denuncia policial. “No la iba a hacer, porque se pierde más tiempo y esto se sigue repitiendo”. En tanto dejó entrever que la semana próxima se llevará a cabo un concurso en donde la profesora “intentará irse, porque está cansada de esta situación”. En este marco, el padre de un alumno de la Esparza reconoció: “En el Mosconi hay gente humilde y trabajadora, pero lamentablemente por no más de 10 está considerado como una zona de alto riesgo en la ciudad”. “Se han roto todos los códigos, no sé si es por la droga o porqué, pero lo cierto es que los delincuentes hacen de las suyas asaltando, rompiendo y teniendo a maltraer a los vecinos, a los trabajadores de la escuela y hasta a los docentes”, referenció por último. (Fuente Diario Uno)