L
a flota aérea presidencial fue utilizada nuevamente para un motivo menor y privado: trasladó a la hija del matrimonio presidencial, Florencia Kirchner, a un cumpleaños a Río Gallegos. En total reserva, mientras Néstor y Cristina estaban en EEUU comprometidos por la cumbre nuclear en Washington, uno de los aviones oficiales apareció en la pista del aeropuerto internacional Piloto Fernández de Río Gallegos. Allí dejó a la joven y partió hacia su base en Buenos Aires. Ocurrió el pasado viernes 9 de abril por la noche, cuando un rápido jet que volaba a baja altura y con turbinas casi inaudibles, comenzó a realizar maniobras de aproximación a la pista. Tras dejar a Florencia y emprender ruta hacia Buenos Aires, el avión retornó al mediodía del lunes pasado y, tan fugazmente como aterrizó, despegó. Según la agencia OPI Santa Cruz , eran las 21.06 cuando la máquina ingresó al playón de carreteo y se acercó rápidamente a uno de los hangares de la FAA, donde se detuvo oculto detrás de unas paredes de metal. Una camioneta Toyota Hilux SW4 esperaba en proximidades de los galpones a que el avión detuviese los motores y a que descendiera la hija del matrimonio Kirchner. Dos custodios maniobraron con total rapidez, subieron los bolsos en la parte trasera del rodado y allí Florencia subió, para partir raudamente con rumbo a la casa de Máximo Kirchner, su hermano, en Río Gallegos. En este domicilio se observó un aumento considerable de la custodia, según confirmó OPI Santa Cruz. El avión que trajo a la hija del matrimonio presidencial fue el Tango 10, en lo que se constituye como un posible caso de uso indebido de bienes públicos. La máquina se reabasteció en pocos minutos y decoló esa misma noche con rumbo a Buenos Aires. Se confirmó también que el viaje de Florencia a Río Gallegos fue para asistir al cumpleaños de una de sus amigas con las cuales cursó los estudios en el Colegio religioso María Auxiliadora. Florencia Kirchner ya había utilizado un avión de la flota oficial cuando fue usado exclusivamente para ir a buscar a la joven a Río Gallegos y traerla a Buenos Aires. En aquella oportunidad, el Tango 10 había aterrizado en el aeropuerto patagónico con el único objetivo de llevar a Capital a la adolescente. En febrero de 2009 Néstor había sido denunciado también por una causa similar, al utilizar los servicios del mismo avión, según publicó La Nación.