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ara no perderse ningún detalle del fallo sobre Botnia que emitirá la Corte Internacional de La Haya el próximo 20 de abril, los ambientalistas de Gualeguaychú decidieron instalar una pantalla gigante con señal satelital en el piquete, que desde hace más de tres años mantiene cortado el puente que conecta a esa ciudad con la uruguaya localidad de Fray Bentos. "La intención es contar con algún profesional de Cancillería en el kilómetro 28 de la Ruta Internacional 136 para que realice la traducción simultánea de lo que se dictamine en La Haya", anticipó además el asambleísta Martín Alazard. Los combativos vecinos de la turística localidad ya convocaron formalmente a toda la ciudadanía para que se concentre en el corte de Arroyo Verde ese día y siga desde allí los pormenores de la resolución en torno al carácter contaminante o no de la polémica pastera instalada sobre el río Uruguay. También invitaron especialmente al intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo. "Probablemente esté presente", confiaron. No será la única movilización de esa semana, ya que para el domingo 25 de abril -cinco días después de que se conozca el fallo- la Asamblea Ambiental desarrollará la sexta marcha "Por la vida" sobre el puente internacional General San Martín. Según el enterriano José Pouler, la movilización se llevará a cabo «más allá de la decisión que tome La Haya». En paralelo, el Gobierno del flamante presidente de Uruguay, José Mujica, decidió «monitorear» la salud de los niños que viven en Fray Bentos, precisamente por la presencia de la pastera cuestionada. Según la directora de Salud Ambiental y Ocupacional del Ministerio de Salud Pública del vecino país, Carmen Ciganda, «se monitoreará la salud de los niños de Fray Bentos por la ubicación de la planta de celulosa en la zona y los compararán con los de Rocha, que tiene una cantidad de niños similar». Por su parte, el ambientalista Jorge Fritzler disparó fuertes críticas contra el ministro del Interior uruguayo, Eduardo Bonomi, luego de que el funcionario considerara como un «infantilismo» la exigencia de relocalizar la planta de Botnia como única salida del conflicto. «Es un atrevido que le falta el respeto a la Asamblea y al Tribunal de La Haya, porque la relocalización es una posibilidad que puede determinarse», enfatizó Fritzler.