L
a casi totalidad de los establecimientos escolares de la ciudad suspendieron las clases ocasionando un gran movimiento de alumnos en horas atípicas debido a que muchos concurrieron en los horarios normales, pero debieron volverse a sus hogares a los pocos minutos. Los primeros signos del problema se percibieron en varios barrios en la tarde del domingo, cuando la merma en el servicio fue notoria y puso los primeros signos de alerta. Con el transcurrir de la jornada, sobre la noche del miércoles se dio conocer oficialmente que una de las bombas ubicadas en la toma del puerto, y que impulsa el agua del río hacia la planta potabilizadora, se había roto y el problema demandaría varias horas. La toma sobre el río Uruguay, una alternativa para estas circunstancias no dio abasto para sostener los niveles de reserva en la planta potabilizadora, por lo que el servicio fue sufriendo la falta de líquido con el transcurrir de las horas. Asistencia En la mañana del lunes no había agua en casi ningún lugar de la planta urbana, y los servicios de atención médica debieron ser asistidos por la comuna manteniendo los depósitos de reserva y las cisternas con agua a través de camiones que cubrían el déficit en estos centros. Paralelamente personal de Obras Públicas se abocaba de forma intensiva al arreglo del motor que se había roto de forma importante y demandó que fuera desarmado íntegramente para poder sacar un eje roto, que por su antigüedad, no tiene disponibilidad de repuestos, por lo que se debió acudir a una tornería de la ciudad para moldear una pieza nueva. El secretario de Obras Públicas, Ricardo Argüello señaló que “se trata de una bomba fabricada en Suiza en los años 60, fue llevada a una tornería para que determinadas piezas fueran reconstruidas, en virtud de que no pueden ubicarse repuestos de las mismas Paralelamente, otras partes fueron reparadas en Obras Sanitarias”, detalló. Mejoría parcial en el volumen de agua Con mejoras menores que se fueron logrando en el sistema de captación, se consiguió un mayor volumen de agua y enviarlo a la planta potabilizadora, permitiendo mejorar su caudal, aunque sin llegar a los niveles normales. Durante toda la jornada se trabajo con dos bombas de la toma en el río, por lo que el servicio se sostuvo por debajo del 50%, dejando sin presión a gran parte de la ciudad. El supervisor de Servicios Municipales, José Prelat informo que con las dos bombas se logra llenar las reservas de agua, por lo que por algunas horas hay más presión, “esto no significa que el problema ya esta solucionado”. (Fuente: Diario Uno)