E
l juez Marcelo Arnolfi, titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 2, de Gualeguaychú, se declaró “competente” para seguir instruyendo la causa por la cual una transexual pidió formalmente que se le permita cambiar no sólo en nombre sino de género en toda documentación oficial que contenga sus datos filiatorios, como el documento de identidad, la partida de nacimiento y los boletines de calificaciones escolares. De ese modo, el magistrado desatendió la opinión que había expresado el fiscal Guillermo Viré al correrle vista de la causa. Viré había opinado que la Justicia Civil no era competente por cuanto la ley de creación de los Juzgados de Familia les dio facultades a esos fueros para entender en causas de sustitución de nombres. El abogado Luciano Bernigaud, representante legal de la transexual, dijo coincidir en un todo con el dictamen del juez Arnolfi al resolver seguir entendiendo en la causa. “Estoy de acuerdo con el juez. Acá no se trata solamente de subsanar o de corregir un error de imprenta porque alguien se equivocó al anotar mal un nombre. Va más allá. Es un cambio de género, y también de nombre”, señaló. La causa Se inició el 11 del marzo: María Julieta Martínez -inscripta en todos los registros oficiales como José Martínez-, una transexual de 28 años que reside actualmente en Gualeguaychú, pidió formalmente que se le cambie el nombre y el género. El planteo lo formuló luego de practicarse una vaginoplastia -una intervención quirúrgica por la cual se le reemplaza el órgano genital masculino por el femenino- operación que se realizó en Chile, a un costo de 10 mil dólares. La idea de la joven es poder afincarse definitivamente en Italia, país de origen de su pareja actual, con quien además piensa viajar a la pensínsula en los próximos días. Luego de esa operación de reasignación de sexo, María Julieta procuró dejar atrás su identidad masculina y adoptar el género femenino: en su proyecto de vida, declaró, está la posibilidad de contraer matrimonio y también de adoptar hijos. Aunque también hay una cuestión formal: evitar los malos momentos en las oficinas de migraciones toda vez que sale o ingresa al país, ya que la foto de su documento en nada coincide con la fisonomía que presenta. El abogado Bernigaud sostuvo que el trámite se inició en la Justicia y no en el Registro Civil por cuanto “entendemos que es un juez quien tiene que adoptar la decisión”. Qué busca Sea cual fuera la decisión que adopte finalmente el juez Arnolfi, será jurisprudencia en Entre Ríos por cuanto hasta ahora no se tiene antecedentes de la apertura de una causa de ese tenor. Con resultado positivo, se han planteado acciones judiciales similares en Formosa, Rosario y en la provincia de Buenos Aires. El representante legal de María Julieta dijo que la causa abierta en la Justicia apunta a la rectificación y sustitución de la partida de nacimiento en cuanto al nombre de pila masculino por femenino, y además cambiar el género masculino a femenino en todos los documentos oficiales de identificación. Es decir, de lo que se trata es de reemplazar el “José” por “María Julieta” y el “masculino” por «femenino» en el DNI, el pasaporte, la cédula de la Policía Federal, el padrón electoral y los certificados de estudios cursados. El abogado está convencido de que habrá respuesta positiva de la Justicia, y para ello presentó toda la documentación respaldatoria del pedido, incluidos exámenes psicológicos de su clienta, quien además quedó a disposición para que le practiquen las pericias que se consideren pertinentes. Libre de ataduras, María Julieta ha declarado sentirse bien luego de la operación de cambio de sexo, que se llevó adelante en noviembre pasado en Valparaíso, Chile. “Nunca me sentí discriminada. Nunca lo sentí al menos. Tomé la decisión impulsada por amigas mías que ya lo hicieron. En Salta le tardó un año que la Justicia le autorizara el cambio de nombre, y en Rosario, otro caso, tardó más o menos lo mismo. Creo que todo es posible, sólo hay que cambiar algunas mentalidades antes, sobre todo en la Justicia”, señaló. (Fuente: El Diario)