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raciela Mingo de Bevilacqua, rectora organizadora de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), aseveró que el Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI) aún no la notificó respecto de la ratificación de la denuncia efectuada por el profesor Alejandro Richardet el pasado lunes, y por lo tanto, le restó importancia a la misma. No obstante, fundamentó su postura en base al descargo que realizó ante la primera denuncia del docente, presentada en octubre de 2009; e indicó que fue ella quien designó a Richardet y a la profesora Gladis Balbi como coordinadores de programas en el Área de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la alta casa de estudios. La rectora, también desmintió en diálogo con Análisis Digital que la quita de horas cátedras a los especialistas del Programa de Participación Ciudadana, fuera arbitraria. “Que la libertad de expresión no justifique manifestaciones maliciosas e injuriantes, con el solo objeto de dañar a las personas y sin ningún tipo de sustento”, pidió. Bevilacqua entendió que el INADI da aviso de las denuncias que revisten importancia, y que si aún no ha sido notificada de la ratificación que el profesor Richardet presentó este lunes, tras el descargo de la rectora a la primera denuncia, quizás el organismo no la consideró así. “Muy lejos está mi comportamiento de ser de ser discriminatorio y de maltrato”, recalcó la funcionaria. En ese contexto, la rectora organizadora de la UADER se amparó en su contestación al INADI en octubre de 2009, en la cual introduce su defensa aseverando que “jamás” desarrolló ningún acto que pueda interpretarse como discriminatorio hacia el señor Alejandro Richardet. Y añade: “Lo dicho precedentemente no se limitará a una mera manifestación por mi parte -como sí lo son las declaraciones injuriantes y maldicientes del denunciante-, sino que serán seguidamente fundamentadas y corroboradas con pruebas documentales de mi accionar en lo que fuere pertinente”, a fin de lo cual detalla las resoluciones emitidas en el ejercicio de sus funciones advirtiendo que “el denunciante considera, erróneamente y sin fundamento alguno, que he incurrido en actos de discriminación ideológica y exclusión laboral hacia su persona”. Finalmente, en su descargo, Bevilacqua manifiesta: “Debe advertirse la falta de seriedad de la denuncia perpetrada por el profesor Richardet, en la que simplemente se limita a expresar una serie de declaraciones injuriantes y maldicientes, con total impunidad, todas ellas carentes de fundamento y de virtualidad suficiente para demostrar hecho de discriminación alguno contra su persona, enumerando una serie de imputaciones hacia la suscripta, acusándome de ejercer malos tratos, agravios personales, descalificación política y exclusión institucional hacia él, de abusos de autoridad y conductas impropias, con el único objeto de deshonrar mi persona y las funciones que cumplo”. Por otro lado, la rectora desestimó que existiera discriminación o arbitrariedad en la quita de horas cátedras a cada uno de los profesionales que integran el Programa de Participación Ciudadana -Yanina Ramírez, Delfina Reynoso, Ivana Apezteguía y Gladis Balbi-, y que empieza a regir hoy. “En principio son interinas y no por concurso y al haber finalizado uno de proyectos específicos que la profesora Balbi coordinaba -"Territorio Madres"- se les asigna un nuevo número de horas proporcionales a las actividades que deberán realizar tanto ella como las profesionales que en su oportunidad pidió se designaran para participar del mismo”, fundamentó.