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a Proyección se realizará el miércoles 31 de marzo, a las 21, en el Teatro Auditorium de Concordia. “Orquesta Roja”, fue dirigida por el concordiense Nicolás Herzog y protagonizada por Jose María "Chelo"Lima, Carlos Sanchez y Patricia Rivero -que trascendió en aquella ocasión como Sargento Pato-. El film permanecerá en cartel hasta el domingo 4 de abril, con una función diaria a las 20:30. El documental que narra el apócrifo alzamiento del Comando Sabino Navarro ante dos importantes medios nacionales, tiene como telón de fondo la historia de tres militantes sociales de Concordia durante fines de los años noventas. A pocos días de cumplirse diez años del recordado episodio de San Carlos (5 de abril de 2000), “Orquesta Roja” propone convertirse en un documento histórico de la época, como así también, en una metáfora del poderío que puede alcanzar un medio a la hora de manipular, tergiversar, e incluso inventar una noticia. La película, -que viene de estrenarse en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y hace apenas una semana abrió el Festival Internacional de Cine de Gualeguaychú- está articulada con material documental de archivos, entrevistas a los protagonistas, escenas filmadas en distintos lugares de la ciudad y reconstrucciones ficcionales. Según palabras de su director, "la idea que motivó la película es la necesidad de fomentar el debate sobre el rol de los medios de comunicación en nuestra sociedad. Además, es un ajuste de cuentas con una historia que nunca fue narrada, y con una mirada sensible y personal sobre la ciudad de mi infancia y adolescencia”. Con respecto a su producción, “Orquesta Roja” llevó tres años de trabajo (se rodó durante los inviernos de 2007, 2008 y 2009) y fue declarada de interés por el comité de evaluación de películas documentales del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), cuando aún era un proyecto. "Llegamos a contar con más de ciento veinte horas de material, entre archivos, entrevistas y escenas varias, por lo que el trabajo de guión y montaje fue muy largo y complejo. Me dolía tener que dejar material afuera, entrevistas muy jugosas, escenas y archivos muy buenos, pero comprendí que era parte del trabajo de construcción de un documental". El equipo de producción de la película fue una articulación entre profesionales de Concordia y de Buenos Aires, y se rodó íntegramente en distintos barrios y escenarios de la ciudad.