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l miércoles 10 de marzo, a la medianoche, personal policial destacado en la Terminal de ómnibus de Gualeguaychú alertó sobre la presencia de una menor que sufría convulsiones. El chofer del colectivo en que iba a viajar la joven le indicó que no podía hacerlo en esas condiciones, ya que necesitaba atención médica. Seguidamente, se dio intervención a la Comisaría del Menor y la Mujer. La coordinadora del Foro Social Infancia Robada, María Angélica Pivas, indicó que la joven llegó con su madre a Gualeguaychú desde Santo Tomé , provincia de Santa Fe, para prestar servicio en una wiskería de la ciudad entrerriana, mientras la menor trabajaría en servicio doméstico. El dueño del boliche pagó los pasajes, las esperó en la terminal y las llevó al prostíbulo. Pero cuando a la menor le indicaron cuál sería su actividad, hizo un escándalo, entró en crisis -supuestamente epiléptica- y fue “despedida”. Aparentemente, el comerciante le habría dicho a la madre que ella podía quedarse a trabajar, pero la joven no. Hoy se desconoce cuál fue el destino de la menor, si es que volvió a Santo Tomé o si tomó otro rumbo. Inclusive nadie ha corroborado si quien la trasladó y dijo ser su madre, efectivamente lo es. “Muchas veces, devolver a las chicas víctimas de este delito al lugar de origen, es exponerlas nuevamente a que les pase lo mismo o algo peor”, opinó Pivas, “porque -hipotéticamente- si fue la madre la que trajo a la hija de 16 años a Gualeguaychú y esa madre se cree el cuento que es por servicio doméstico, que esa criatura esté nuevamente en manos de esa mujer, es peligroso, porque además si ni siquiera sabemos si es en realidad la madre”. La menor sería madre de un bebé de pocos meses al que estaría amamantando, aunque se desconoce al cuidado de quién lo habría dejado. El caso ingresó a la Justicia Federal a instancias del Foro Social, ya que la exposición que realizó la supuesta madre de la menor en la Comisaría, no habría sido comunicada -como corresponde- al Consejo del Menor, sin que pueda explicarse el motivo de tal omisión. Pero llamativamente, y sin saber quién le informó, horas más tarde apareció en dicha Comisaría el dueño del boliche. (Fuente: El Diario)