E
l ex comisario de Pinamar, Alberto Pedro Gómez, condenado por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas ocurrido en Pinamar en 1997, fue beneficiado con una morigeración de su prisión que le permitirá continuar con arresto domiciliario. "La Liebre", como lo llaman tiene 70 años. La decisión fue adoptada por los jueces de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Dolores y Gómez fijó domicilio en su casa de Valeria del Mar, aunque recién podrá salir de prisión cuando el Servicio Penitenciario Bonaerense le coloque una pulsera electrónica que monitoreará sus movimientos. Fuentes judiciales aseguraron a la agencia oficial Télam que la resolución de los camaristas fue firmada la semana pasada ante un pedido realizado por el propio ex comisario y por su defensora oficial Alicia Duarte. El pedido se basó en el tiempo transcurrido que lleva detenido Gómez sin sentencia firme, y los jueces tuvieron en cuenta la buena conducta del acusado en el penal número 6 de Dolores y los problemas de salud que lo aquejan, lo cual demanda una atención diaria. El viernes pasado, la esposa del ex comisario se presentó en los tribunales de Dolores y firmó el acta mediante la cual se responsabiliza por la buena conducta del acusado y el cuidado del mismo. "Toda la documentación ya fue reenviada al Servicio Penitenciario y será ese organismo el que resuelva cuándo recuperará la libertad Gómez", dijo una fuente judicial consultada. Según la investigación, la madrugada del 27 de enero de 1997, Cabezas fue capturado a la salida de la hasta entonces tradicional fiesta de cumpleaños del empresario Oscar Andreani y llevado en el Ford Fiesta que utilizaba para su trabajo periodístico esa temporada. El reportero, en medio de un operativo clandestino supervisado por los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta, fue conducido por los "horneros" Sergio González, Héctor Retana, Horacio Braga y José Luis Auge hasta una cava de un camino rural de General Madariaga. Allí, de acuerdo a la pesquisa, el policía Gustavo Prellezo lo asesinó de dos disparos en la cabeza e incendió su cuerpo dentro del auto. Tras una compleja investigación criminal, el juez de Dolores que instruyó la causa, José Luis Macchi, determinó que el empresario fallecido Alfredo Yabrán fue el autor intelectual "mediato" del crimen de Cabezas. La llamada "Banda de los Horneros" fue condenada en febrero de 2000 a prisión perpetua, en un debate en el que, además, recibieron reclusión perpetua los ex policías bonaerenses Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Camaratta, y el ex militar Gregorio Ríos, jefe de la custodia de Yabrán. En noviembre de 2003, el Tribunal de Casación bonaerense redujo significativamente las condenas impuestas en el juicio oral por la Cámara de Dolores y, gracias al sistema "dos por uno" entonces vigente, los "horneros", con excepción de Héctor Retana que murió en la cárcel, fueron beneficiados con morigeraciones de la prisión. No obstante, Braga y Auge violaron las condiciones para permanecer en arresto domiciliario, por lo que el beneficio fue revocado en diciembre de 2007 y volvieron a la cárcel. González siguió en libertad condicional. En un segundo juicio oral fue condenado a prisión perpetua el ex comisario de Pinamar, Gómez, como responsable de haber "liberado la zona" para facilitar el crimen.