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��Que un entrerriano exitoso vuelva a su provincia para producir desde aquí su innovación industrial es una fiesta y un motivo para que todos sigamos tomando ánimo y confianza en Entre Ríos”, dijo el gobernador de la provincia Sergio Urribarri al comentar el proyecto. Ya hay un contacto de la provincia con Venezuela que tiene interés de incorporar esta tecnología y consecuentemente exportar piezas o máquinas enteras. Ese es un frente que se está llevando a cabo desde la Casa de Gobierno con la embajada argentina en Caracas. Otro es la fabricación de máquinas nuevas con otro modelo adecuado para trabajar en el asfaltado de ciudades y en áreas urbanas. A eso se suma una demanda de Vialidad provincial de tres equipos. El gobernador se entrevistó en Colón con el empresario local, Alejandro Iwanczuk. En el encuentro, donde también estuvo el subsecretario de Comercio Interior, Pablo Zárate, el intendente Hugo Marsó y el senador Oscar Arlettaz, fue presentado el ambicioso proyecto que ya dio sus primeros pasos pero que apunta a expandirse buscando fabricar 10 unidades por mes, lo que significaría mano de obra calificada para unas 70 personas. Así lo explicó el propio empresario, director industrial de la firma Planex, quien manifestó su entusiasmo con este proyecto y se mostró complacido por el respaldo que le brinda el gobierno provincial. Iwanczuk es un entrerriano por adopción, casado hace 40 años con una colonense. Pero en los últimos 30 años desarrolló un emprendimiento industrial en Brasil, donde adquirió una vasta experiencia en maquinarias. Los tiempos impidieron que se afincara en su país, hasta que llegó la oportunidad. Se lo nota entusiasmado a Iwanczuk y llegó hasta la emoción al referirse al retorno con su emprendimiento a tierras entrerrianas. Luego destacó el apoyo de la provincia, lo que consideró de mucha importancia. “La política del gobierno entrerriano me respalda el ciento por ciento. Inclusive estoy lanzando algunas ideas que son un poco revolucionarias como hacer un plan global de asfaltado de ciudades en Entre Ríos con el apoyo de nuestra industria que provea las máquinas en un costo barato o en alquiler para que los municipios las puedan pagar”, reseñó. Precisó más adelante la forma en que se encaró la tarea conjunta con el ámbito oficial y los planes de trabajo. “Son varios los frentes encarados con el gobierno entrerriano. Uno es el contacto de la provincia con Venezuela que tiene interés de incorporar esta tecnología y consecuentemente exportar piezas o máquinas enteras. Ese es un frente que se está llevando a cabo desde la Casa de Gobierno con la embajada argentina en Caracas. Otro es la fabricación de máquinas nuevas con otro modelo adecuado para trabajar en el asfaltado de ciudades y en áreas urbanas. Y el tercer frente de trabajo es que Vialidad provincial está queriendo comprar tres maquinas. Las primeras ventas son fundamentales, y el gobierno está ayudando y comprometiéndose en gestiones lo que me entusiasma porque noto que las cosas están cambiando”, enumeró el empresario. “Tengo 40 años de experiencia en proyectos de máquinas y viví los últimos 30 en Brasil, donde fui gerente de desarrollo y de ingeniería de nuevos productos en el área de máquinas viales. Hice un proyecto en Brasil que vendió 500 máquinas, con gran suceso, y me vine a la Argentina pensando hacer esto en mi país porque aquí nadie lo fabrica y en el año 2007 se importaron 400 máquinas. Por eso me pareció importante montar una industria en la Argentina con este emprendimiento para sustituir importaciones y darle trabajo a nuestra gente”, comentó el empresario. La iniciativa está en marcha con la fabricación de las primeras máquinas compactadoras, aunque la idea es proyectarla en mayor dimensión para llegar a producir 10 unidades mensuales. “Ya tenemos una máquina fabricada que está trabajando desde abril del año pasado en la obra de la ruta 14 con gran suceso y sin problemas, que sirve para compactar la tierra antes de su asfaltado de calles y rutas. La máquina tiene un campo vibratorio que sirve para apisonar la tierra y compactarla a un nivel que posmilite colocar el asfalto sin que se rompa”, describió el entrevistado. Luego reveló parte de su historia personal, su arraigo en este lugar y la forma en que se dio su retorno: “Yo vine a Colón porque mi esposa es de aquí donde hace 40 años me casé. Nunca pensé que volvería a trabajar acá, pero en el año 2008 me viene de vacaciones a la Argentina y estaba con planes de montar una planta de máquinas viales en Venezuela invitado por el presidente Chávez. Tenía la carpeta bajo el brazo pero se me ocurrió ir a charlar con el intendente de Colón, Hugo Marsó, que le pareció una cosa muy interesante. Después recibí una propuesta de la empresa Flecha Bus a quienes le interesó el negocio, así que cerramos el trato y ya tenemos una máquina ya fabricada con un millón de dólares invertidos en este proyecto”, comentó. Remarcó luego que todo esto recibió un decidido apoyo “no sólo del gobernador, sino de todos los funcionarios de la Casa de Gobierno, de Vialidad Nacional y de las empresas viales argentinas. Están todos sorprendidos con el volumen de este proyecto que posee tecnologías de punta como la tienen sólo nueve países en el mundo. Tenemos unas perspectivas bárbaras y me hace sentir contento por ser argentino”, remarcó. Dijo que en la fábrica ya recibió 300 curriculums, derivados de un anuncio que colocaron en el diario de local, de gente que está precisando trabajar, mientras destacó la importancia de contar con una escuela técnica en la ciudad de Colón que aportará mano de obra especializada. “Ya tengo contratado a dos técnicos de esta escuela y pretendo contratar a muchos más, tratando de hacer una continuidad de la educación que reciben en este colegio con la práctica, y ellos tendrán las chancees de no tener que abandonar su ciudad cuando se reciban. Ese es uno de los sueños que yo tengo porque vamos a hacer una fábrica pero también una formadora de mano de obra con tecnología avanzada”, indicó. Finalmente, dijo que la mano de obra que demandará la fábrica dependerá de las ventas y de la producción, pero acotó que el objetivo es hacer 10 máquinas por mes, “que es un número bastante viable”, lo que implica entre 50 y 70 personas empleadas.