E
n horas de la madrugada del miércoles, efectivos policiales detuvieron a un hombre cuando salía de un terreno baldío con una bolsa grande en la que llevaba tres carabinas calibre 22 y una itaca que, según dijo a los policías que lo interceptaron, le había comprado a un suboficial de la fuerza que cumple funciones en la ciudad. A raíz de ello, el jueves realizaron un allanamiento en la casa del efectivo, en Barrio Salto de Chajarí, donde se habrían secuestrado más elementos que lo comprometerían en la investigación. Fuentes policiales dejaron trascender que se trata de un suboficial de 32 años y más de una década de servicio en la fuerza de seguridad, que presta funciones en la Comisaría Primera y además es custodio en el edificio del Poder Judicial, por lo que se presume que las armas habrían sido robadas de los tribunales locales. En el edificio de tribunales están depositadas las armas secuestradas en el marco de las causas penales que allí se instruyen, algunas desde hace más de 10 años pero, según se indicó, el depósito no presenta las mejores condiciones de seguridad por problemas de espacio físico, por lo que eso también dificultó el cotejo del material secuestrado con aquel que está bajo custodia judicial. El jefe del destacamento local, Fabio Noya, lamentó lo ocurrido, pero destacó la rapidez con la que actuó la Policía. En tanto, el suboficial –cuyos datos fueron preservados– permanece detenido, a la espera de las determinaciones que pueda tomar la Justicia y la propia fuerza que ha dispuesto iniciar un sumario interno; mientras que el otro hombre fue liberado este viernes.