L
a Cámara Penal de Concepción del Uruguay, condenó ayer a una mujer a 12 años de prisión, luego de encontrarla culpable del delito de prostituir a su hija de 11 años, a la que obligaba a mantener sexo con distintos hombres que pasaban diariamente por su casa. El aberrante hecho tuvo lugar en la ciudad de Rosario del Tala y la investigación que llevó a la detención de esta persona se inició a raíz de las denuncias realizadas en medios de prensa de esa localidad entrerriana. Muchas veces se hace incomprensible la conducta del ser humano, único ser sobre la tierra que puede causar dolor o mal a sus propios hijos, sólo por placer o en provecho propio. Esta conducta, más allá que no es la primera vez que se observa, no deja de alarmar y causar el mayor de los rechazos, sobre todo si quien la realiza es la propia madre. Así fue que reaccionó en octubre del 2006 la comunidad de Rosario del Tala, cuando salió a la luz el caso de esta niña, que durante más de un año vivió un verdadero calvario, siendo usada como mercadería sexual por su propia madre que cobraba por los servicios. Los medios El caso tomó estado público el 27 de octubre de ese año, cuando medios de prensa radiales de Rosario del Tala daban cuenta de supuestos casos de prostitución infantil en esa ciudad, lo que dio comienzo a una intensa investigación por parte de la Policía. Esto llevó a los uniformados hasta el barrio Fiedotin, donde se dio con vecinos de la zona que conocían sobre la presunta situación y que ya hacía un año habían realizado una presentación en la Defensoría de Pobres y Menores, ya que estaban en conocimiento de que en una vivienda habitada por Alicia Luna –nombre por el que la conocían– se producían extraños movimientos y se veía a cuatro menores –hijos de ésta– permanentemente desamparados, destacándose que la hija de sólo 11 años, se encontraba muy seguido con hombres desconocidos que le daban dinero. Los testigos La pesquisa siguió su curso y se fueron sumando testimonios de gente de la zona, coincidiendo todos en señalar que en la casa de esta persona ingresaban distintos hombres, que llegaban en auto, camionetas, motos o bicicleta, incluyendo uno en un camión de una empresa constructora. Según los relatos, estos movimientos eran mayormente por la noche, lo que los hacía mucho más sospechosos. Todos los testimonios sumados al expediente eran similares y llamaban la atención, incluyendo lo que dijeron oportunamente las docentes que tenían a su cargo a la niña, las que notaban permanentemente sus cambios de conducta y dificultades para el aprendizaje. De estas declaraciones se desprendía el permanente abandono al cual eran sometidos la menor, que era víctima de la supuesta prostitución, y sus tres hermanos menores, a los que en muchas oportunidades la madre los dejaba solos durante días, debiendo recibir ayuda de los vecinos. Sin dudas todo complicaba la situación de la acusada, quien finalmente fue identificada como Alicia Raquel López de 27 años, quien se había separado de su pareja y trabajaba en tareas domésticas y en el municipio de Rosario del Tala. Sorprendente Pese a la gravedad de la situación reflejada por los testimonios, el más alarmante fue el de una joven –familiar– que vivió en la casa durante tres meses y que además fue testigo en el debate. Esta persona contó que la menor era obligada a permanecer encerrada en la pieza con los clientes que su propia madre le llevaba, bajo las amenazas de ser golpeada y enviada a un reformatorio, lo que venía sucediendo desde hacía un año. Varios personajes pasaron por esa casa, donde la menor debía esperarlos maquillada y vestida para la ocasión, a los que tenía que atender y cebarles mate, para luego acceder a sus bajos instintos. Luego éstos se retiraban y pagaban los servicios a la acusada, trascendiendo además que la madre también mantenía relaciones en otra pieza. Procesada Estos testimonios, sumados a los elementos secuestrados en la vivienda de Alicia López, entre los que se encontraron preservativos, ropas y distintos materiales pornográficos, llevaron a la inmediata detención y procesamiento de la mujer, siendo además acusados algunos hombres cuyos nombres y apellidos surgieron entre los clientes habituales, lo que luego al parecer no prosperó, quedando finalmente imputada del delito de Promoción de la Prostitución Calificada por el Vínculo, que contempla penas de 10 a 15 años de prisión. A poco más de tres años de descubierto el hecho, Alicia Raquel López fue llevada a juicio oral a puertas cerradas ante la Cámara Penal de Concepción del Uruguay, con el Tribunal integrado por los vocales Mariela Rojas de Dipretoro, Mariano Martínez y Alberto Seró, siendo representada la acusada por el defensor oficial Eduardo Bernasconi. Tras la lectura de la requisitoria fiscal de elevación a juicio donde se contemplan los duros relatos de testigos y pruebas, y los alegatos, la Fiscalía de Cámara a cargo de Diego Young, solicitó la condena de la mujer a 12 años. Luego de la deliberación de la Cámara durante un extenso cuarto intermedio, se dio a conocer el fallo condenatorio a 12 años de prisión, confirmándose los cargos, por lo que inmediatamente se ordenó su traslado y alojamiento en una unidad penal. Con este caso cerrado y con la persona responsable condenada, no termina un flagelo que se viene observado con mucha asiduidad y demanda el compromiso de toda la sociedad, como ocurrió en Rosario del Tala, para desenmascarar a quienes esclavizan sexualmente a menores. (Fuente: Diario Uno)