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ranscurrido dos meses, Marcelo Lischet, titular de a Asociación de Transporte Urbano de Pasajeros (Atup), expresó que el sector espera la concreción de una reunión con autoridades municipales y estimó que el encuentro podría realizarse la semana que viene. Aunque, aclaró que no hay una fecha confirmada. Seguidamente, explicó que “la urgencia” de una suba en el precio de los pasajes está dada por la necesidad de afrontar el pago de los salarios a los choferes, y fundó el requerimiento en el incremento que vienen teniendo los insumos y el costo laboral. En ese marco, apuntó que se están produciendo ajustes en el precio del servicio en distintas ciudades –mencionó a modo de ejemplo el caso de Santa Fe– y aseguró que las subas se ubican entre los 20 y los 50 centavos. Si bien explicó que el pedido realizado por la Atup no contiene un porcentaje determinado de incremento, Lischet estimó que en Paraná el precio del boleto general por tarjeta que asciende ahora a 1,5 pesos debería pasar a rondar los dos pesos. Justamente, en ese monto ronda la tarifa media en el país, según añadió el empresario. “Imposibilidad objetiva” Al respecto, el intendente de Paraná, José Carlos Halle, dijo que si bien no se puede desconocer el avance inflacionario, hay “imposibilidad objetiva” de autorizar una actualización tarifaria para el servicio de colectivos: el grueso de los usuarios tiene sus sueldos estancados. Así las cosas, añadió que “por ahora” –y hasta que ese aspecto (los ingresos de los usuarios) no sufra cambios–, la Comuna mantendrá esa posición ante la solicitud del sector empresario. De todas formas, expresó que “se estudiará, se charlará” la petición, y para eso anticipó que participarán de la evaluación distintas áreas de la Comuna y también el Concejo Deliberante. “No se puede desconocer la inflación, la suba de los insumos, los costos laborales. Pero el tema son los usuarios, si la inmensa mayoría no ha recibido aumento, entonces tenemos una imposibilidad objetiva (de autorizar una suba), por lo menos por ahora”, expresó Halle. A continuación, el intendente remarcó también que las empresas han ido cumpliendo con los requisitos pedido por la Comuna, justamente, el acatamiento de esas obligaciones es un aspecto exigido para analizar un futuro aumento tarifari-. El tema –la suba del pasaje–, “requiere algún marco de realismo, especialmente con la gente que toma el colectivo. En Paraná los empleados no han recibido aumento de sueldo”, insistió Halle y concretamente se refirió a la situación de los agentes públicos como los docentes, policías, municipales. Ante eso, volvió a descartar un ajuste en el servicio “al menos, por ahora”, repitió. Tratativas Tenemos la urgencia de hacer frente a los salarios. Hay que ser frente a aumentos que hemos pactado”, acotó Lischet, para añadir que próximamente el sector deberá volver remunerativa una suma que viene abonando como no remunerativa. Al respecto, indicó que “tanto en Santa Fe como acá habíamos planteado que hasta que no haya actualizaciones de tarifa no se iba a poder pasar a remunerativo” ese pago. En la ciudad vecina, según el empresario, empezará a regir un nuevo cuadro tarifario a partir del fin de semana que viene. A esa situación agregó que ha habido subas en los precios de los vehículos –de 320 mil pesos a 400 mil pesos– en las cubiertas –de 900 pesos a 1.700 pesos– y del combustible: en 2007 le costaba a las empresas 28 centavos el litro y ahora pasó a 88 centavos. Vale recordar que el gas oil está subsidiado por el Gobierno nacional. Por último, el directivo de Atup informó que vienen tratando el tema con el subsecretario de Tránsito y Transporte, Marcelo Baridón y que la definición de la tarifa debe comprender los costos y las inversiones futuras. El dato 60 % es el grado que ocupa la venta del boleto general, cuyo costo es de 1,5 pesos, en la totalidad de la grilla de pasajes. El resto se reparte entre boleto obrero, estudiante, jubilados y a bordo, según se informó. (El Diario).-