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a ONG Vida, de Concepción del Uruguay, denunció los padecimientos de un trabajador rural de la zona de El Brillante, en Colón, contaminado con herbicidas. La ingeniera Liliana Quiroga de Quinodoz y el doctor Teodoro Cristoff, integrantes de la entidad ambientalista contactaron al hombre, de apellido Ortiz, que se encuentra en cama con gravísimas lesiones en la piel de todo su cuerpo. Ortiz relató que trabajaba para una empresa transnacional española que se dedica al cultivo de eucaliptos. Su trabajo era rociar las plantas con un herbicida de nombre comercial Lontrel que, según las prescripciones de uso, debía diluirse 1 litro delquímico en 400 litros de agua. Una vez diluido, Ortiz, al igual que otros trabajadores del establecimiento, calzaban sobre sus espaldas las mochilas fumigadoras, sin estar protegidos con la indumentaria apropiada para dicha tarea la cual no era suministrada por la patronal. En la tarea diaria resultaba mojado con el "veneno" (como lo denominó) lo que, al cabo de un tiempo, le ocasionó graves lesiones en la piel. El tratamiento médico es sumamente costoso ya que la medicación recetada es de origen alemán y el trabajador no cuenta con asistencia social. Ortiz es oriundo de la provincia de Misiones, donde se lo contactó y desde donde se lo trasladó para trabajar en el establecimiento forestal y trabajó en condiciones deplorables. “Las autoridades hacen oídos sordos a estos tipos de hechos. Los agroquímicos seguirán siendo utilizados en mayor concentración y cantidad al ir apareciendo especies resistentes y, de no tomarse medidas gubernamentales al respecto, la situación en el futuro se irá agravando y se producirá la degradación de los suelos y un alto costo en salud pública, por estas patologías, abortos espontáneos, infertilidad masculina y femenina nacimientos con malformaciones, enfermedades respiratorias y digestivas”, indicó Cristoff.