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ás allá del soporte que se adopte, si hay algo que ya nadie pone en tela de juicio es que el mercado de la música evolucionó hacia los MP3. Cuáles son las ventajas e inconvenientes que ofrecen los reproductores y los celulares del momento. El aspecto fundamental es la capacidad del equipo. Para los que aspiran a llevar su biblioteca multimedia a cuestas, 8 GB es una cantidad más que razonable. Lo mínimo y recomendable son los 2 GB. En esta disputa, los celulares corren con ventaja ya que permiten ampliar su espacio a través de tarjetas de memoria, a un precio cada vez más accesible. Una Micro SD de 4 GB ronda los $ 80, la de 8 GB salta a $ 130. El paso a una de 16 GB es injustificado, porque no baja de los $ 300. Antes de comprar una, hay que averiguar si el aparato es capaz de soportarla. Los reproductores de MP4 consiguieron abrir una trinchera para resistir la avanzada del móvil. A su favor, vale destacar su dedicación exclusiva a la música, la simplicidad de manejo: no hay tantos botones ni comandos a la vista; y su economía de batería. Si a lo dicho se le suma una mayor portabilidad, ya que al no cargar tantas funciones las dimensiones del aparato se reducen, los convierte en una opción a considerar. La debilidad de su talón entra por el costo. Comparado con cualquier móvil, su valor se dispara ligeramente. En ambos casos, el precio promedio anda por los $ 600. El tema es que la mayoría de los teléfonos suman funciones extra como cámara de foto, agenda y claro está, la posibilidad de comunicarse con otros. En plan comparativo, hay que decir que los MP4 ofrecen menos complicaciones a la hora de pasar las canciones al aparato. Y aunque muchos celulares se amoldaron a la opción arrastrar y soltar desde la PC, hay otros que requieren un soft que oficie de intermediario. Si se trata de ver videos, la pantalla de los teléfonos en general no son sólo más grandes, también tienen una mayor nitidez.