C
uando las subas parecen ya no tener techo y amenazan con transformarse en uno de los principales reclamos de cara a la disputa salarial de este año, Según indicó el funcionario provincial, la suba “estacional” de este mes respondió a la falta de hacienda en el mercado. No obstante para marzo el destete de terneros y el aumento de peso en los animales, luego de las lluvias que hicieron crecer los pastos, sumarán oferta en Liniers, y tal como indican las leyes del mercado “más oferta, menor precio”. Schnitman agregó que otro factor que irá a repercutir “fuertemente” en la baja del precio de la carne es el menor consumo que se registra por estos días en los híper y carnicerías locales. Aseguró que ya disminuyó en un 40% la cantidad de carne consumida. Mientras tanto aumentó la demanda de carne de cerdo y también su precio: pasó de 18 a 22 pesos el kilogramo en promedio (dependiendo del corte). En las carnicerías locales no son tan optimistas como Schnitman respecto de las bajas de los valores. Walter, carnicero de un local grande dedicado al rubro ubicado en calle Fraternidad, dijo que “si se produce alguna baja, será mínima y gradual, 1 o 2 pesos, según el corte”, estimó. En esa carnicería la merma en la venta de la carne se nota y mucho. Pero también dieron a conocer otro dato. La gente está reemplazando los cortes de costos elevados por otros más económicos. Entonces, en vez de llevar un kilogramo de vacío para poner en el horno, que hoy tiene un costo de 26 pesos, optan por la punta de la marucha, que cuesta 17 pesos. “Es un corte que siempre tuvimos pero no se vendía. Ahora la gente lo lleva mucho. También son muy escogidos los cortes tales como falda, aguja y carne picada. Todos rondan entre los 14 y 18 pesos por kilogramo”. Especulación Schnitman, mientras tanto, acusó a algunos carniceros de especular con los precios. Habló de diferencias muy marcadas entre una carnicería y otra. “Comparamos los precios del mismo producto, la misma calidad de carne, igual media res y detectamos un 30% de aumento entre una carnicería y otra. Es decir que hay algunos carniceros que se aprovechan de la situación”, contó, y pidió a la gente que recorra, mire y compare antes de adquirir un producto. Comentó que la situación en los hipermercados difiere de la que se da en el resto de las carnicerías. En algunas cadenas nacionales, donde aún rigen los acuerdos, la gente puede conseguir un vacío por 12 pesos el kilogramo. También el pollo entero a un precio menor a los 6 pesos por kilogramo. Claro que la oferta de los híper no alcanza a cubrir la demanda y seguramente cuando la gente llega hasta la góndola de las carnes rebajadas ya no encuentra paquetes para cargar en el changuito. Por otro lado Schnitman contó que están elaborando la lista de precios de febrero para poder comparar los saltos que dieron algunos precios. Contó que el pollo en enero había aumentado un 8% y aún no conocen el alza de este mes. Sin lugar a dudas el pollo se consume más que antes porque la diferencia de precio con la carne es muy importante. Según revelan los comerciantes, minoristas y mayoristas, el incremento es del 15%. Y tal como indican, hace una semana atrás el kilogramo de pollo costaba 8 pesos, mientras que ahora cuesta 10 pesos. Además las presas pasaron de 10 a 12 pesos el kilogramo. De cara a esta situación, el análisis que hacen los comerciantes es que a fin de 2009 el pollo valía entre 9,50 pesos y 10 pesos, por lo cual bajó en el lapso de 30 días, incluso se vendía a 8 pesos. Y ahora volvió al precio en el que estaba realmente. Se disparó el precio de los fiambres y lácteos Además de la carne la gente se queja y mucho cuando llega hasta la fiambrería porque allí todas las variedades y marcas subieron entre un 40 y 50%. Derivados cárnicos como las hamburguesas, también sufrieron un incremento en el orden del 20%. Así una caja de cuatro hamburguesas pasó de 7 a 9,50 pesos. Los almaceneros, que son los que miden la temperatura de los precios todos los días, se quejan por la suba de los fiambres, uno de los productos que la gente más compra en verano. A la hora de hablar de ventas algunos dijeron que llevan menos, otros contaron que como se trata de alimentos, la gente compra igual. Lo cierto es que jamón cocido y crudo, paleta, bondiola y hasta las salchichas, todos los precios se dispararon y mucho. Adriana, dedicada a la venta en un local de Estado de Israel y Vera Peñaloza, contó que el jamón cocido pasó de 2,90 a 3,70 o 3,80 en sólo tres semanas. También habló de aumentos en los lácteos y precisó que no en todos se notan las subas. Contó que el queso cremoso fue el que más se disparó de 19 a 22 pesos por kilo cuesta hoy una de las primeras marcas. El resto de los productos muestra algunas subas, pero de 10 a 20 centavos por cada unidad. También destacó que así como hay subas se encuentran ofertas. Ejemplificó: esta semana el yogur firme cuesta 1,50 pesos. La semana pasada costaba 1,90 pesos. Entonces una familia que no puede llevar un litro lleva tres firmes”, contó. Manifestó que una de las empresas dedicadas al rubro lácteo más grandes del país aún no retocó sus precios. De allí la cantidad de ofertas. Sí incrementaron sus productos el resto de las marcas. También destacó la necesidad de recorrer y comparar los precios. (Fuente: Diario Uno)