E
l arándano y otros alimentos de colores llamativos como las moras azules, las uvas moradas, las cerezas y los arándanos rojos contienen antocianinas, que se cree reducen el azúcar en sangre, mejoran la sensibilidad a la insulina y reducen la obesidad en ratones de laboratorio. Para estudiar estos efectos aún más, investigadores japoneses usaron ratones predispuestos genéticamente para desarrollar diabetes. Los ratones fueron alimentados con una dieta que contenía extracto de arándanos (27 gramos por kilogramo) o una dieta normal durante cinco semanas. Los autores del estudio encontraron que el extracto de arándanos reducía la glucosa en sangre y aumentaba la sensibilidad a la insulina en los ratones. Lo hacía al activar la proteína quinasa activada por AMP (AMPK) en el tejido adiposo blanco (grasa), el tejido muscular esquelético y el hígado, explicaron los investigadores. La AMPK estimula la descomposición de las grasas en el hígado y en los músculos, además regula la secreción de insulina en el páncreas. El efecto de la AMPK está acompañado por un incremento en el transportador 4 de la glucosa (que ayuda a que la glucosa penetre en las células) del tejido adiposo blanco y del tejido muscular esquelético, además suprime la producción de glucosa y de grasa en el hígado. Al mismo tiempo, se desactivo la acetil-CoA carboxilasa (una enzima necesaria para la síntesis de los ácidos grasos) y se activo la PPARa (una proteína que regula el metabolismo de las grasas), la acil-CoA oxidasa (una enzima que desempeña un papel en el metabolismo de los ácidos grasos) y la carnitina palmitoiltransferasa-1A (una enzima necesaria para la descomposición de los ácidos grasos) en el hígado. Este "ajuste solapado y coordinado de enzimas y otros factores" observado en ratones alimentados con extracto de arándanos también podría ocurrir en humanos, señalaron los investigadores. Recomendaron la realización de estudios clínicos para evaluar los efectos del arándano en la salud humana, sobre todo en personas en alto riesgo de diabetes tipo 2. Los hallazgos aparecen en la edición de marzo de Journal of Nutrition.