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ubén Gill y sus cuatro hijos, desaparecidos desde hace ocho años, fueron “beneficiados” con el plan nacional de Asignación Universal por Hijo pese a que nunca se inscribieron en ningún programa de asistencia estatal, y lo peor es que hasta ayer la Justicia no conoce absolutamente nada de su paradero. El juez de Instrucción de Nogoyá, Sebastián Gallino, que investiga la desaparición de los seis integrantes de la familia que vivía en Crucecitas Séptima, solicitó a la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) que en forma urgente informe cómo fue incluido Gill en el sistema, si alguna vez Rubén Gill tuvo algún subsidio o plan social y si la ayuda económica a nombre de los Gill fue percibida en diciembre de 2009, mes que se comenzó a abonar el plan. La investigación se inició producto de una presentación judicial realizada a fines de enero por el abogado Guillermo Vartorelli, que representa a los hermanos de Rubén Mencho Gil. El letrado detectó que en la página oficial de Anses figuraba que Rubén Gill estaba apto para percibir 720 pesos del beneficio por tener a cargo a sus hijos María Ofelia, José Osvaldo, Sofía y Carlos Daniel, que hoy tendrían 19, 17, 14 y 11 años respectivamente. Además, se detallaba como lugar de cobro la sucursal Viale del Banco de Entre Ríos y la fecha de cobro era desde el 7 de enero al 10 de febrero. Luego de la denuncia judicial, en la página del organismo nacional figura como grupo familiar que “no cumple los requisitos”. Desaparecidos Jesús Rubén Mencho Gil, de 56 años, su esposa, Margarita Norma Gallegos, de 26, y sus hijos María Ofelia, de 12, Osvaldo José, de 9, Sofía Margarita, de 6 y Carlos Daniel, de 4 años, desaparecieron el 13 de enero de 2002. El último lugar donde se vio a la familia fue en un velorio en la localidad de Viale. Rubén Gill era peón rural en el establecimiento La Candelaria, propiedad de Alfonso Goette. Gill era empleado en relación de dependencia, mientras que su esposa Margarita Gallegos cobraba un plan Jefes y Jefas de Hogar. Si bien en un principio se apuntó a investigar al patrón de la estancia por algún problema laboral con el peón, nunca se llegó a nada en concreto. Recién ocho años después se realizaron rastrillajes en los campos de Goette, pero no se halló nada. Gill podría haber sido incluido automáticamente en el sistema de Anses por haber sido trabajador en relación de dependencia. No obstante, habrá que esperar los informes del organismo para conocer fehacientemente qué ocurrió. Otra de las posibilidades que se manejan es que una persona haya realizado el trámite para cobrar el beneficio, que por las denuncias realizadas en Córdoba muestra que tiene serias fisuras. En La Docta 11 empleados municipales figuraban en los padrones de Anses aptos para cobrar. Lo peor del caso fue que tres de ellos denunciaron que “alguien” cobró el dinero que de manera irregular les había sido acreditado a su cuenta. Escolaridad y vacunas El requisito básico es que ambos padres estén desocupados e impone como obligación que los niños deben ir a la escuela y tener control médico con vacunas. Nada de esto se cumple con la familia Gill, ya que según la Justicia no hay registros de que los cuatro chicos estén incluidos en el sistema educativo. Además, María Ofelia tendría hoy 19 años y el beneficio es hasta los 18. Otro dato llamativo es que el menor de los Gill al desaparecer tenía 3 años y según la Justicia no hay registros de que haya concurrido a la escuela. Requisito para ser incluidos en la Asignación por Hijo Este subsidio se estableció según Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) Nº 1.602, que dispuso la creación de la Asignación Universal por Hijo para las familias sin trabajo o en la economía informal y que ganen menos del salario mínimo, vital y móvil, y para los menores discapacitados. Es condición que esos niños y adolescentes no perciban otra asignación o beneficio vinculado a la niñez y que concurran a la escuela y estén vacunados. Además de las personas con empleo no registrado (trabajo en negro) y que perciban hasta 1.240 pesos, cifra que corresponde al salario mínimo vital y móvil; desocupados y del servicio doméstico, por lo que quedaría sobreentendido que los empleados en negro, pero que cobran más del mínimo, no percibirían el beneficio. Los controles que realiza Anses En la página oficial de Anses se detalla que, si bien la tramitación de la Asignación Universal por Hijo es automática, el cobro no lo es. La percepción sólo puede efectivizarse si el titular se presenta en la sucursal bancaria o en el Correo para retirar la tarjeta de cobro con su DNI. Si el titular no va a buscar su tarjeta de cobro, al mes siguiente se le da de baja. También se detalla que las entidades bancarias habilitadas para pagar tienen la orden de no pagar a los beneficiarios que no concurrieron a percibir el primer cobro. En la página de Anses se indica que “para la puesta al pago de la asignación, Anses realiza controles previos y posteriores a la liquidación, evitando que personas que no tienen derecho a cobrarla por no reunir los requisitos la perciban, con el costo que implica el error o la maniobra fraudulenta para el Estado”. Anses utiliza tres niveles de control a la hora de la liquidación de la Asignación Universal por Hijo. En el primer nivel, controla que “los potenciales beneficiarios cumplan con todos los requisitos. En un segundo nivel, el organismo efectúa controles sobre la liquidación antes de la puesta al pago de la misma. En el tercer nivel realiza controles de detección con posterioridad a la liquidación de la Asignación”. Además se remarca que dicho organismo prevé penalidades por cobrar indebidamente la Asignación por Hijo sin cumplir con los requisitos necesarios, que van desde el recupero judicial del dinero mal percibido por los meses cobrados hasta una denuncia de carácter penal. Otros casos En el sistema de Anses figuran otros entrerrianos desaparecidos desde hace varios años. Desde el organismo indicaron que se trata de personas que han quedado incluidas en el sistema. En marzo está previsto que se realice una depuración.