P
ara vender el cereal, en la actualidad, hay que entrar en la complejísima “ingeniería” ideada por el Gobierno nacional y seguida al pie de la letra por la administración provincial, y es lo que han hecho los chacareros entrerrianos para poder comercializar su producción. Como sucede desde hace unos cuantos meses, en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario ayer tampoco se escucharon ofertas abiertas por el cereal, por lo que esa institución informó un volumen nulo de operaciones dada la ausencia de los exportadores. Ante este escenario, Christian Vicente, especialista en mercados granarios de la firma Kilafen Argentina SA, opinó que hoy “el problema más grande del trigo no es una cuestión de precio, sino la inexistencia de transparencia en el mercado, y la desaparición de compradores con necesidades reales de compra”. “Los exportadores permanecen fuera del mercado, por no haber ROE para exportar, y los molinos han comprado mucho más trigo del que necesitan, por orden del Gobierno”, analizó el especialista. Por eso, remarcó Vicente, “llegamos a un punto donde el Gobierno fija el precio de las transacciones (FAS teórico); decide quién compra, al exigir a los molinos la compra de volúmenes determinados por el mismo Gobierno; y saca a los exportadores del juego manteniendo cerrados los registros de exportaciones”. También el Gobierno “decide quién puede vender y quién no a través de la llamaba ‘listita de Moreno’”. Este funcionario “tilda y tacha” las listas de los productores “que pueden vender y los que no, y luego pasa sus listas a los molinos con la orden de comprar”. Se cumplió, en definitiva, lo que el mismo Vicente había vaticinado noviembre del año pasado: desapareció el mercado tradicional de granos y los “anotes a viva voz”. El maíz. En otro orden, el especialista de Kilafen Argentina SA recordó que nuestro país “va camino de cosechar entre 18 y 19 millones de toneladas de maíz”. “El consumo local no supera los 9 millones, con lo cual, si se abriera totalmente el registro de exportaciones por unos 9 millones de toneladas, no se correría bajo ningún punto de vista riesgo alguno de desabastecimiento del forrajero”, analizó Vicente. En tal caso, añadió, “podremos tener durante algún tiempo, al menos en este producto, un mercado normal, donde los compradores pujen por hacerse de mercadería”. Y los vendedores, por su lado, “no tengan que humillarse pidiendo que les compren sus granos para pagar las no pocas cuentas vencidas que acarrean desde la fracasada cosecha 2008/09, que tampoco pudieron saldar con los granos cosechados de trigo, y acumulan intereses, moras y sobre todo empañan su imagen”. A juicio de Vicente, los compradores de maíz “tienen la obligación hoy de pagar el valor FAS oficial ($ 470 al 10/2) para adquirir maíz disponible, no siendo así para la adquisición diferida del forrajero, tal es así que hoy pueden comprar maíz con entrega en marzo a U$S 110”. (El Diario).-