S
e trata del primer militar acusado por crímenes de lesa humanidad en recibir el beneficio de la excarcelación en el marco de la causa denominada “Área Paraná”. Si bien la noticia causó un profundo malestar entre los organismos de derechos humanos, los abogados querellantes prefirieron la cautela porque hasta anoche no habían recibido ninguna notificación que les informara la medida dispuesta por la Cámara Federal de Apelaciones. El tribunal ad-hoc consideró que conforme al legajo de Obaid y el cargo que ostentaba al momento en que se cometieron los hechos, no tenía poder de decisión dentro de la cadena de mandos. De todas maneras, el militar aún no ha sido excarcelado y los abogados querellantes están a la espera de la notificación con los argumentos de la resolución para realizar la apelación y suspender los efectos de la medida. Obaid está imputado como autor y partícipe necesario de los delitos de secuestro, tortura y privación ilegítima de la libertad agravada, en perjuicio de 19 personas durante la última dictadura militar y había sido señalado por su rol durante las sesiones de tortura a las que eran sometidos los presos políticos en los centros clandestinos de detención. Según los testimonios de las víctimas, su función era la de controlar a los secuestrados en el centro clandestino de detención y tortura que funcionaba en cercanías a la Base Aérea, bajo control de las fuerzas de seguridad, a fin de evitar su fuga o que de algún modo se entorpeciera el accionar de los agentes que aplicaban tormentos a los presos políticos. El militar había sido imputado en la investigación que llevó adelante la fiscal federal Olga Taybo y en 1987 fue citado a prestar declaración indagatoria por su “insoslayable la participación” en el accionar represivo. Pero no llegó a presentarse porque fue desprocesado por la aplicación de la ley de obediencia debida. Ya retirado, se instaló en Santo Tomé, donde aún vivía. En la declaración que dio tras su detención en noviembre último, Obaid se defendió diciendo que no era la persona que las víctimas del terrorismo de Estado dijeron haber visto como guardia de los centros clandestinos de detención y que había “varias personas con el mismo apellido”. No obstante, numerosos testimonios fueron los que comprometieron el rol de Obaid en el centro clandestino de detención ubicado al final de la pista de la Segunda Brigada Aérea, que antes de finalizar la dictadura fue totalmente destruido. (Fuente: El Diario) Un ex preso político declaró en sede judicial que reconoce a Obaid por haber sido vecino suyo en el barrio San Agustín de Paraná, mientras que otro ex detenido aportó una descripción física del hombre que participó en las sesiones de tortura a que fue sometido: “Alto, delgado, moreno, de bigotes”. Los datos coinciden con el militar a quien la Cámara Federal ordenó liberar.