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a decisión del ex presidente Néstor Kirchner y su entorno de no realizar la operación de carótida en el hospital Argerich desató un cruce entre el oficialismo y el Gobierno porteño. El jefe de Gabinete del Ministerio de Salud porteño, Néstor Pérez Baliño, sostuvo en la tarde de este lunes, que el "Cosme Argerich" estuvo "preparado y en condiciones" el domingo para recibir al ex mandatario, cuando se supo que tenía que ser atendido en forma urgente por una complicación cerebrovascular. De esta manera, Baliño salió al cruce de las declaraciones del ex director del "Argerich" Donato Spaccavento, quien este lunes reveló que Kirchner quería ser atendido en ese centro de salud, pero que él desaconsejó esa idea porque "ningún paciente" con esa afección está en condiciones de ser asistido allí a causa de la falta de insumos y medicación. Spaccavento es el actual "gerente de Prestaciones" de la Administración de Programas Especiales (APE), un controvertido organismo descentralizado del Ministerio de Salud de la Nación. "El hospital esta absolutamente operativo, y de ninguna manera hay desabastecimiento. Las declaraciones de Spaccavento no parecieron un discurso médico, sino absolutamente político", apuntó Baliño