L
os meses de verano suelen mostrar un incremento en la cantidad de vehículos que circulan por las rutas argentinas, especialmente aquellas que comunican los sitios turísticos. Y también aumenta el riesgo de accidentes. Las infracciones más comunes en ruta son cometidas por exceso de velocidad, adelantamiento con línea amarilla o en curva, falta de documentación del conductor o del vehículo, evadir los puestos de peaje, conducir en estado de ebriedad, el uso de vidrios polarizados y la ausencia o vencimiento de la Revisión Técnica Obligatoria para los vehículos. En Entre Ríos los controles están a cargo de la Dirección de Prevención y Seguridad Vial de la Policía, un organismo creado en 2006 y cuya función es garantizar el cumplimiento de la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial. La Policía efectúa controles en rutas nacionales y provinciales para comprobar que los vehículos estén en condiciones de circular, que tengan la documentación en regla, luces, balizas, cinturón de seguridad, matafuegos, que las cubiertas estén en buen estado, que no estén excedidos en el número de ocupantes y que los conductores no hayan consumido alcohol. En tanto, Gendarmería Nacional lo hace sobre vehículos de transporte de pasajeros y de carga en rutas nacionales, a partir de un convenio firmado con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (Cnrt), por delegación de facultades. En la provincia no hay números precisos sobre la cantidad de vehículos que integran el parque automotor y desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial admiten que la falta de estadísticas es un problema que se repite en casi todas las jurisdicciones. Tampoco la Dirección General de Rentas tiene datos exactos porque los vehículos de más de 20 años están eximidos del pago del Impuesto Automotor y a eso se suma el problema de la gran cantidad de vehículos radicados en otras provincias para pagar menos impuestos. Materia pendiente El 30 de abril de 2008 se promulgó la Ley Número 26.363, que complementa y modifica a la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial Número 24.449 que regía desde 1995. La nueva norma apunta a reducir la tasa de siniestralidad en todo el territorio mediante la promoción, coordinación, control y seguimiento de las políticas públicas. La revisión técnica es una exigencia a nivel mundial y uno de los puntos contemplados en la nueva ley. Es el control periódico del estado mecánico y de la emisión de gases contaminantes de los automotores y lo realizan obligatoriamente millones de vehículos como requisito para circular. Entre Ríos es una de cuatro provincias que todavía no adhirió a la norma –las otras son Santa Fe, Córdoba y San Luis– y es la única que no exige una Revisión Técnica Obligatoria para vehículos particulares, aunque la Dirección de Transporte emite certificados en los que se hace constar que la verificación no es obligatoria y extiende autorizaciones para quienes pretendan realizarla en otras jurisdicciones. La ley nacional establece que todos los vehículos que circulan por las calles y rutas deben ser sometidos a una verificación técnica en forma periódica, en plantas autorizadas por cada jurisdicción, a fin de determinar el estado de funcionamiento integral y la emisión de gases nocivos para el ambiente. “Los talleres mecánicos privados u oficiales de reparación de vehículos, en aspectos que hacen a la seguridad y emisión de contaminantes, serán habilitados por la autoridad local, que llevará un registro de ellos y sus características. Cada taller debe tener: la idoneidad y demás características reglamentarias, un director técnico responsable civil y penalmente de las reparaciones, un libro rubricado con los datos de los vehículos y arreglos realizados, en el que se dejará constancia de los que sean retirados sin su terminación”, se consigna en la ley nacional. El director de Prevención y Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos, Gustavo Maslein, admitió que “en las reuniones del Consejo Federal de Seguridad Vial se planteó la necesidad de unificar criterios en todo el país, y para eso Entre Ríos tendría que adherir a la ley nacional y habilitar los talleres que realicen las verificaciones, pero en la provincia todavía no se ha hablado de eso”. En tanto, el director de Transporte, Hugo Godoy, reconoció que se trata de “una materia pendiente” y explicó que “se está estudiando la manera en que implementa la revisión técnica porque si bien se trata de algo que hace a la seguridad vial, también hay que buscar la forma de que no resulte una carga tan onerosa para los automovilistas”. El funcionario dejó entrever que el sistema podría entrar en vigencia en algún momento de 2010, pero no pudo aportar precisiones. En la provincia solo están obligados a realizar la inspección técnica los colectivos de empresas que prestan servicio de transporte de pasajeros, para lo cual están habilitados cuatro talleres privados en las ciudades de Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. En el caso del transporte de carga, aunque no es obligatorio, se realizan revisiones de aquellos camiones que lo solicitan porque prestan servicios interjurisdiccionales. Algunos municipios también obligan a realizar verificaciones periódicas de aquellos automóviles que prestan un servicio de transporte de pasajeros, como taxis, remises y transportes escolares, y plantean algunas restricciones para el uso de láminas de polarizado. La norma no fija los tiempos en los que debe realizarse la inspección técnica, pero en otras provincias sólo están eximidos los automóviles y motos que tienen entre uno y dos años y el resto de los vehículos –incluidas las máquinas agrícolas– deben ser sometidos a revisiones periódicas según la antigüedad. En Santa Fe, por ejemplo, la legislación provincial obliga a los propietarios a cumplir con la verificación técnica, aunque los funcionarios admiten que se han flexibilizado los controles y por estos días sólo cumplen con la norma aquellos automovilistas que deben viajar y transitar rutas interprovinciales. Estadísticas Los números son elocuentes. La asociación civil Luchemos por la Vida reveló en su informe anual que en 2009 Entre Ríos fue la quinta provincia con mayor cantidad de decesos en accidentes con 327, aunque el promedio cayó un 2,9 % respecto de 2008 y un 4,1 % en relación con 2007. Lejos de estas cifras, la Dirección de Prevención y Seguridad Vial de la Policía registró un total de 205 muertos en el año, de los cuales 112 se produjeron en rutas provinciales y nacionales, con una caída del 7,3 % respecto de 2008. Sin embargo, Maslein apuntó que entre las causas de accidentes de tránsito, el 85 % se produce por fallas humanas, mayormente por adelantamientos indebidos; y el resto son por problemas de la red vial, cuestiones mecánicas o climáticas. “Es lo que se llama trilogía vial: hombre-medio-vehículo”, graficó el jefe policial. Sería necio no reconocer la baja en el número de accidentes y la relación que tiene la implementación de mayores controles en calles y rutas y una mejora ostensible en la traza vial en los últimos años; pero la falta de programas de educación vial en las escuelas y de políticas sostenidas en el tiempo siguen siendo una materia pendiente, no sólo en la provincia, para logar una efectiviza concientización de la población. (Fuente: El Diario)