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l encuentro del gobernador Sergio Urribarri con el presidente electo de la República Oriental del Uruguay José Mujica parece haber crispado los ánimos entre los asambleístas de Gualeguaychú. Si bien no trascendieron detalles de lo que se habló en Tacuarembó, los integrantes del colectivo ambiental lanzaron duras críticas al mandatario entrerriano y advirtieron que mantendrán el corte de ruta aun con un fallo adverso del tribunal internacional de La Haya. El Gobierno dejó trascender que Urribarri deslizó una propuesta para encarar el conflicto derivado por la instalación de la planta de pasta de celulosa de Botnia sobre la margen oriental del río Uruguay. En Gualeguaychú el corte de ruta ya no tiene una adhesión unánime y hasta parece una estrategia agotada. Las diferencias hacia el interior de la Asamblea Ciudadana Ambiental sobre cómo seguir es cada vez más clara y la salida de algunos referentes de otros tiempos lo confirma. Desde hace un tiempo se percibe además que el colectivo ha perdido la capacidad de sorpresa; y el surgimiento de un grupo paralelo de ciudadanos que está en contra de la pastera pero a la vez rechaza abiertamente el corte de ruta ha dividido aguas en la ciudad. En ese marco, la estrategia del Gobierno parece orientada a profundizar esas grietas para desestabilizar a la Asamblea. Y el encuentro entre Urribarri y Mujica desnudó públicamente algunas diferencias entre aquellos asambleístas que destacan la importancia de la reunión como vía para recuperar el diálogo y los que directamente invalidan al mandatario provincial como interlocutor. Rechazo absoluto Si bien la Asamblea se reunió este domingo en Arroyo Verde, el encuentro entre Urribarri y Mujica no estuvo en el temario. Sin embargo, las voces críticas hacia la postura del Gobernador corrieron casi unánimemente. El dirigente José Pouler embistió en duros términos contra el mandatario provincial por sus declaraciones contra del corte de ruta. “Está fuera de lugar”, dijo el asambleísta. “Urribarri ha sido un abanderado de quienes rechazan la lucha contra Botnia, pero las emanaciones tóxicas de la pastera lo hicieron callar”, acotó en referencia a un incidente en la planta que provocó afecciones en la piel, garganta y ojos en pobladores de Gualeguaychú, en agosto de 2007. Asimismo, Pouler afirmó que “como Gobernador deja mucho que desear. El corte de ruta mostró al mundo la protesta de Gualeguaychú y Urribarri no respeta esa lucha, quiere encapsular el tema y retomar una agenda común. Eso representa la entrega de una ciudad y es mezquino de su parte”. En cambio, destacó que el Presidente uruguayo electo “viene manteniendo una misma línea: reconoce que el problema es Botnia y no el corte de ruta” y consideró que “Mujica es una de las llaves del conflicto, junto con el Gobierno argentino. La Provincia claramente no lo es”. En el mismo sentido, Jorge Fritzler dijo que “la postura irrenunciable del Gobernador debe ser la relocalización de Botnia, pero evidentemente Urribarri sigue sosteniendo que se trata de un problema de Gualeguaychú y no una causa nacional. Y tampoco corresponde que Urribarri negocie internamente porque resulta contraproducente con la estrategia de Cancillería” y remató: “Me hubiera gustado que el Gobernador llevara la camiseta de argentina y no la uruguaya”. Otra voz Por su parte, Oscar Bargas aseguró que “el diálogo siempre es positivo y en este aspecto Mujica representa una evolución respecto a Tabaré Vázquez, pero no hay que apartarse de la meta que tiene esta protesta, que es que se vaya Botnia de la cuenca del río Uruguay. Somos proclives al diálogo y consideramos que esto debió arreglarse por la vía diplomática, sin siquiera tener que acudir a La Haya, porque es un problema que debe resolverse entre vecinos y que ha sido muy desgastante para los sentimiento de Gualeguaychú y de Fray Bentos. Pero Uruguay siempre negó información sobre Botnia”. De todas maneras, el asambleísta aclaró que “hoy, un arreglo rápido sería la relocalización la planta, otra cuestión no es posible porque el río Uruguay no tiene capacidad para absorber tanta contaminación. Esta es la peor planta en el peor lugar”, graficó. De todas maneras, las cartas parecen estar echadas: en los próximos meses, cuando la Corte Internacional de Justicia dé a conocer el fallo, el corte de ruta volverá a ser tema de debate de toda la comunidad de Gualeguaychú, tal como lo fue el 19 de noviembre de 2006, cuando masivamente se expresó por el bloqueo. (Fuente: El Diario)