C
on el del sábado, el comercio vivió su cuarto asalto. “Esta es la cuarta vez que nos asaltan. Tenemos todo al día, pagamos todos nuestros impuestos. Hasta tenemos cámaras filmando para mayor seguridad y resulta que eso no sirve como prueba”, dijo, ofuscada, la esposa del titular del autoservicio. “Estos tipos están de joda, de joda total. La última vez que nos robaron delincuente pasó más tiempo haciendo papeles que preso. El juez lo largó porque el robo fue por mi culpa, ya había dejado la caja abierta y lo incité a robar”, se quejó la mujer ante las cámaras de Canal Once. Según los propietarios del comercio un cliente fue herido por los delincuentes. Esa circunstancia motivó una queja añadida. “Lo desastroso del servicio de salud. El hombre estaba con la cabeza cortada solamente, pero si hubiera sido un disparo que le afectara un órgano vital esta persona ahora podría estar muerta”, dijo Pedro Villaverde, el propietario del autoservicio asaltado. “Estamos a dos cuadras de la comisaría, son las 12.30 del mediodía. La policía viene toma huellas y para qué. La ambulancia que no llega. Esto es un verdadero desastre”, agregó. Las víctimas del asalto brindaron mayor detalle del tenso momento. “En el negocio había gente, este señor que fue lastimado, una señora con una criatura. Pero no les importa nada de nada, están totalmente de joda. Estábamos trabajando cuando entraron tres sujetos armados. Nos encerraron en la parte de atrás, nos pidieron plata y celulares, se llevaron el auto. Todo con la más absoluta tranquilidad, trabajaron total y absolutamente tranquilos”, dijo la esposa de Villaverde. El cliente que resultó herido sólo presentaba una herida cortante; fue tratado y necesitó de un punto para cerrar la herida. “Es muy duro seguir así, porque la inseguridad que reina no permite que ni siquiera se pueda salir a caminar con nuestros hijos. No les importa nada. El hombre herido estaba tirado en el piso, descompuesto y le decían ‘no te preocupés que ya nos vamos a ir’”, contó finalmente la dueña del negocio.