�
��Mi gran desvelo es que está en peligro el sistema federal argentino, debido a que (Néstor) Kirchner ha tirado tanto de la cuerda. Decir esto, es decir que está en peligro la salud, la educación, la seguridad y la justicia. Acá se pagó el aguinaldo producto de un ATN de 80 millones de pesos, pero quedan remanentes de 8 mil millones que se queda la Nación y eso es plata de la provincia. Los gastos de funcionamiento de la AFIP se solventan con dinero de la coparticipación; la ley de cheque, hecha en la época de la Alianza, que yo voté y que era el 30% para las provincias, ahora viene el 15”. Antes de salir de vacaciones –estará en Brasil hasta el 20 de enero– el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Busti, hizo un balance de la situación política provincial. Se mostró particularmente molesto con las duras “contestaciones que me hicieron” desde el oficialismo a propósito de su presentación a la Corte Suprema de Justicia para que se deje sin efecto el pacto fiscal del año 1992, por el que las provincias cedieron a la Nación el 15 por ciento de sus recursos coparticipables para sostener el sistema previsional cuando se crearon las AFJP. “Lo único que hice fue ser el miembro informante para que se aprobara el Presupuesto y presentar un proyecto de resolución con la firma de todo el bloque del Peronismo Federal pidiendo que el fiscal de Estado accionara contra la nación. El fiscal salió en EL DIARIO diciendo que dudaba, que había un foro de fiscales que todavía no había tomado decisión... Yo tenía la copia de la demanda de Santa Fe hecha el 28 de agosto, o sea que Santa Fe o no participa del foro de fiscales o no dudó”, razonó. –Se le cuestiona que no lo haya hecho antes. –No lo hice antes porque estaba en plena vigencia el pacto fiscal, pero cuando se reestatiza el sistema jubilatorio eso queda abstracto, es decir, nos chorean el 15% y son 580 millones, lo mismo que el déficit provincial. Hasta podríamos aumentar los salarios. –Con la experiencia que tiene por haber gobernado tres veces la provincia ¿no cree que es muy complicado para Urribarri, que todavía tiene dos años por delante de gestión, hacer este reclamo en este contexto político? Más allá de la justicia del reclamo. –Hay actitudes y actitudes. A (Juan) Schiaretti la Nación le pagó lo que debía porque hicieron lugar a la medida cautelar que Córdoba presentó en la Corte. Aunque yo creo en esta Corte, por su independencia y capacidad, por eso fui, no sé que va a resolver. Por otro lado, el proyecto de ley de (Cristina) Cremer y (Gustavo) Zavallo tiene que empezar a trabajarse en marzo, aprobarse en Diputados, pasar al Senado y luego puede venir el veto del Ejecutivo. Creo que la instancia de la Corte puede ser más rápido. –En ese caso, le solucionaría el problema político a Urribarri, porque no estaría reclamando. –Por supuesto, si el que hace de malo con el gobierno nacional soy yo, y a mi me importa tres pitos, tratándose de los Kirchner. El 28 de junio cerré una etapa para siempre y no quiero tener absolutamente ninguna vinculación. –¿Qué haría en lugar de Urribarri para enfrentar la demanda salarial creciente? –Voy a ser prudente. Es fácil hablar cuando uno no está en el cargo de gobernador. Creo que las cosas se pueden solucionar, pero no voy a hacer de maestro ciruela, porque no me corresponde. –En esto no hay mucho misterio: o se achican los gastos o se aumentan los recursos. –Pero las prioridades las tiene que establecer el gobernador. Es su decisión política. –Pero usted dijo que si vienen los fondos federales reclamados se puede pagar mejores sueldos, como lo sostienen los gremios. –Sí, claro. Eso es lo justo, es dinero de los entrerrianos. Fíjese: nos sacan el 15% sin ningún fundamento legal y nos prestan, nos dan un fondo fiduciario para construir vivienda con dinero nuestro. –Fue novedoso para muchos constatar que varias de las obras que, se suponían, gotearían de la Nación terminen llegando en forma de crédito... –Cuando uno lee el Acta de Reparación Histórica, muchas de esas obras venían de mi gobierno, que están en el presupuesto provincial o financiadas por el crédito del BID que yo conseguí en la última parte de mi gestión. Creo que se han conseguido, se han anunciado cosas de la Nación, espero que se hagan. El quid de la cuestión no es ese, sino que nos manden lo que nos corresponde y luego el gobernador establezca las prioridades del para qué. –Cuáles serían sus prioridades. –Salarios, salud y educación. –Con la mitad del mandato cumplido ¿cómo define al gobierno de Urribarri? –Es un gobierno que ha hecho mucho hincapié en el tema de la obra pública. Yo siempre lo he hecho, más aún: hice la obra pública más grande de la provincia con dinero de los entrerrianos, que fue el gasoducto de la costa del Paraná a la del Uruguay y ramales a todas las ciudades de Entre Ríos, con la concesión de un servicio eléctrico que después recuperamos para los entrerrianos. Nadie está en contra de la obra pública. Lo que digo es que hay que prestar más atención a los sectores más vulnerables por la situación social que estamos viviendo. -¿Considera preocupante la situación de las cuentas públicas? -Ojo: este no es un problema exclusivo de Entre Ríos. Es global del federalismo argentino. Tendría que haber un acuerdo general de todos los gobernadores para hacer un planteo conjunto. Algunos gobernadores se han llenado de plata a través de regalías y son los que están con superávit y han podido aguantar hasta ahora la crisis. Pero provincias fuertes, como Santa Fe, hoy están en problemas, por eso hacen esta demanda y no creo que sea porque hayan dilapidado el dinero ni nada por el estilo. Es porque se va achicando la torta y entonces hay que agrandarla. ¿Qué más le vamos a exprimir a los entrerrianos? Nada. Se nos criticó por el impuesto inmobiliario, pero si no consensuábamos con las organizaciones rurales y sacábamos un sistema progresivo, acordado por cinco años, esto hubiera sido una rebelión fiscal. Creo que esos son los mejores impuestos, los que se sacan acordados. –El Peronismo Federal en la provincia acompaña mucho más la gestión de lo que lo hace en la Nación, en el orden parlamentario ¿esto se debe a que hacen una diferencia entre Kirchner y Urribarri? –No, lo que pasa es que vengo de ser gobernador y no puedo quedar como alguien que no lee lo que viene para tratarse. No puedo ser una escribanía del Ejecutivo, pero tampoco ponerle palos en la rueda, tengo que buscar una ecuación media. Acá hay muchos diputados que están muy rebeldes con el gobierno provincial, por diversas circunstancias: porque no les avisan cuando van los funcionarios a los departamentos, cosa que antes se hacía como una costumbre. Hay que pensar que el diputado que está a 100 o 200 kilómetros de Paraná y se entera por los medios que va un funcionario a su pueblo; queda en ridículo. Hay gente que está muy enojada. Yo trato de jugar de bisagra y les digo que una cosa es la institucionalidad, que hay que cuidarla a rajatabla y otra cosa es el posicionamiento político: en eso si soy inflexible. Yo no quiero saber más nada con los Kirchner, no creo más en la unidad de sentarse y sacarse una foto diez dirigentes supuestamente encumbrados cuando esa unidad no se refleja para abajo, al contrario, causa bronca. Y eso lo advierte la gente. Hoy en el peronismo hay una revolución un debate subyacente y no entender esto es simplificar las cosas. –¿Cuánto hace que no habla con Urribarri? –Lo hicimos después de las elecciones, yo le llevé mi impresión de lo que había pasado, él me dio otra. Creo que cree que su relación con el Gobierno nacional lo va a favorecer. (Fuente: El Diario)