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ecientes investigaciones parece señalar que uno de los componentes centrales para poder mantener un peso saludable es dormir. El trabajo se realizó en el instituto Walter Reed Army Medical Center de los EE.UU, y un grupo de investigadores analizó los patrones de sueño, actividad, y energía de 14 enfermeras voluntarias. El trabajo también incluso encuestas sobre nutrición sana, manejo de estrés, realización de ejercicio físico cotidiano y técnicas para mejorar la cantidad y calidad del sueño. Cuando, al largo del tiempo, se correlacionaron los índices de descanso con el índice de masa corporal de las participantes, se comprobó que quienes dormían menos tendían a tener un mayor índice BMI. Los investigadores afirmaron que esta relación, que hasta ahora no se conocía, puede abrir la puerta a nuevas investigaciones prometedoras: "es importante que averiguemos porque hay aparentemente- una relación entre el sueño y el peso. Las razones Entre las hipótesis posibles se encuentra alguna que una a ambos factores a través de un desbalance hormonal. Por ejemplo, dormir poco podría interrumpir o afectar la producción de una hormona llamada leptina y cuya función es generar una sensación de saciedad cuando el cuerpo ha comido suficiente. También es posible que al dormir menos se genere una mayor cantidad de estrés y este interfiera en otros balances hormonales que terminan incrementando el hambre y alguna otra conducta que genere un posterior aumento de peso.