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a jueza penal y contravencional de faltas de la Ciudad, Elsa Parrilli, se convirtió en la primera magistrada destituida en la historia de la Justicia porteña. Finalmente el jury de enjuiciamiento optó por la remoción después de que agrediera y discriminara a dos trabajadoras del área de tránsito del gobierno de la Ciudad. Así, el jurado coincidió en su veredicto con el pedido del fiscal Gabriel Vega, quien había solicitado la remoción de la jueza, y rechazó la sugerencia del abogado defensor, Julio Virgolini, quien había pedido "a lo sumo una falta disciplinaria". A la salida del tribunal, Virgolini adelantó que apelarán "ante la Corte Suprema o ante la Corte Interamericana de Justicia" y agregó que lo harán "una vez que se conozcan los fundamentos" de la destitución, fechados para el próximo 5 de enero. En respuesta, el fiscal que intervino en el jury de enjuiciamiento, Gabriel Vega, dijo que según lo que él intuye, “es muy difícil revertir un fallo de esta naturaleza, pero no imposible”. Explicó además que “la constitución habla de destitución y no de otro tipo de sanciones, como la inhabilitación” y aclaró que “los recursos que llegan por arbitrariedad son excepcionales”. La lectura del veredicto, prevista para las 12.30, comenzó con más de una hora de demora, en un clima de tensión del que estuvo ajeno la jueza destituida, ya que no estuvo presente al momento de anunciarse su histórica salida de la Justicia. Ese momento se prolongó durante cuatro minutos, tiempo que tardó la secretaria María Roldán para la lectura de la decisión. El Jurado de Enjuiciamiento estuvo integrado por el vocal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, José Casás; los magistrados Eduardo Russo y Guillermo Treacy; los legisladores porteños Diana Maffía, Raúl Puy y Martín Borrelli; y los abogados Jaime Kesselman, Eduardo Awad y Leandro Vergara. Parrilli, a cargo del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Nº 28 de la ciudad, fue sometida al jury por el Consejo de la Magistratura porteño, acusada de "mal desempeño en sus funciones” después de haber insultado y discriminado el 15 de septiembre pasado a María Albe y Rocío Gómez, cuando quiso retirar su auto que había sido removido. En esa ocasión, dirigiéndose a las empleadas, Parrilli lamentó que fueran "todas morochas", que no contrataran a ninguna rubia y sostuvo que las jóvenes "ganan 1.200 pesos para joder a la gente", por los que las calificó de "tontitas" y amenazó con encarcelarlas. El episodio quedó registrado en una cámara instalada en el lugar, material que fue utilizado como prueba en el juicio político. "La magistrada insultó y discriminó en un contexto en donde se utilizó el cargo para evitar tener responsabilidades administrativas, por eso creo que se la debe juzgar por mal desempeño", había dicho el fiscal Luis Vega poco antes de iniciarse la última audiencia del juicio. Leído el veredicto, la jueza ya no pertenece al Poder Judicial de la Ciudad, pero no tendrá inconvenientes para ejercer la abogacía como profesión en el futuro.