L
a Iglesia Católica pidió formalmente al Consejo General de Educación (CGE) “tiempo” y “prudencia” a la hora de aplicar las transformaciones en el ciclo superior orientado de la escuela secundaria, que comenzará a modo de prueba piloto en alrededor de dos docentes de instituciones de toda la provincia en el ciclo lectivo 2010. En los últimos días, la curia ha mantenido dos encuentros con rectores de las escuelas católicas de la Diócesis de Paraná –que abarca los departamentos Diamante, Feliciano, La Paz, Nogoyá, Paraná, Villaguay, y los distritos Achiras, Banderas y Sauce de Luna del departamento Federal– en los que quedó de manifiesto la zozobra que los embarga a raíz de los cambios proyectados por el CGE. Las transformaciones curriculares no sólo llegarán a las escuelas públicas, sino también a los institutos privados. El artículo 100º de la Ley de Educación Provincial establece “los establecimientos educativos de gestión privada confesionales o no confesionales, de gestión cooperativa o de gestión social integran el Sistema Educativo Provincial y están sujetos al reconocimiento, autorización y supervisión del Consejo General de Educación”. Así que serán alcanzados por los cambios. Al respecto, desde la Asociación de Escuelas Públicas de Gestión Privada de Entre Ríos admitieron que hay “preocupación”, y que no comparten en toda su amplitud las modificaciones en camino. “Se advierte un criterio demasiado enciclopedista. Quieren dar un poco de todo, y de ese modo harán desaparecer los ejes vertebradotes de las distintas modalidades”, contó un miembro de la institución. Pero también hay inquietud por cómo se organizará a los docentes. “Un profesor de contabilidad ya no tendrá espacio. ¿Qué hago con ese docente? Lo pongo a dictar Psicología?”, preguntó son sorna. Qué se hará La decisión de cambiar el ciclo superior de la secundaria, según ha dicho la titular del Consejo de Educación, Graciela Bar, está tomada y los cambios en el nivel superior de la escuela secundaria –a partir del viejo 3º año– se llevarán a la práctica en el ciclo escolar 2010, aunque sólo en un grupo de escuelas piloto. En esencia, se busca reordenar el abanico de 194 títulos diferentes que hoy otorga la escuela secundaria en Entre Ríos, y resumirlos en cinco grandes orientaciones: habrá pues bachilleres en Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias Naturales, Administración y Economía, Artes y Comunicación. Y para eso ya se armaron nuevas cajas curriculares que cambian sensiblemente la actual oferta académica en la secundaria. En un documento que elaboró el CGE, se destaca que “es necesaria una escuela secundaria que incentive el análisis y la investigación, erradicando las rutinas memorísticas y acumulativas; que estimule la curiosidad científica, la experimentación, el desarrollo del pensamiento abstracto, la creatividad y la inventiva. Hoy la escuela secundaria enseña contenidos del siglo XIX, con profesores del siglo XX, a adolescentes y jóvenes del siglo XXI”. Pero con ese planteo no están todos de acuerdo. La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) hizo público este jueves un extenso documento en el que reprochó al Gobierno el hecho de que “una vez más, de manera inconsulta, se definen en el proyecto de reforma nuevas orientaciones para el ciclo superior orientado y dentro de ellas se incorporan nuevos espacios para los cuales no se han reglamentado aún las formas de ingreso y estabilidad a los mismos”. “Un ciclo superior orientado para el cual no se ha definido la competencia de títulos para los nuevos espacios”, subrayó. Más tiempo El delegado episcopal de Educación del Arzobispado de Paraná, presbítero José Dumoulin, dijo que desde la Iglesia se pidió “tiempo para la implementación de los cambios en el nivel secundario. Pretendemos que estas modificaciones no sean sí o sí, sino que haya espacios para el debate y para repensarlo”. “No podemos ir de cambio en cambio. De una reforma a la otra. Pensamos que debería tomarse el año 2010 para reflexionar sobre las nuevas cajas curriculares –el listado de materias, con la cantidad de horas cátedra asignadas–. A nuestro entender, el año 2010 debería ser el año del análisis y la transición, sin apurar los tiempos”. El sacerdote reclamó a la vez que el “cambio” se haga con “prudencia” y con “tiempo” para analizar detenidamente los nuevos contenidos y reorganizar las horas cátedra. “Nosotros lo que pedimos es que no haya plazos. Que esto se implemente de manera gradual, y con análisis. Si de verdad se va a avanzar con escuelas piloto, que en 2011 no se generalice el cambio, sino que sea un año de evaluación de lo que ocurrió en esas escuelas piloto”, opinó. Un dato no menor que preocupa a los privados –en conjunto, las escuelas confesionales y las no confesionales absorben el 20 % de la matrícula total en la provincia– es el futuro que les espera a los docentes que se queden sin sus horas cátedra como consecuencia de las modificaciones de las cajas curriculares. “Hay preocupación por cómo reorganizamos al personal, y sobre todo qué hacer con la gente que se queda sin trabajo. Si no podemos reubicarlos, habrá que indemnizarlos. Y esa es una gran preocupación”, puntualizó Dumoulin. (Fuente: El Diario)