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l río Uruguay frente a Concepción ha descendido sólo 3 centímetros en los últimos cinco días y este domingo el hidrómetro permanecía estable en 8,17 metros. Con el agua inundando decenas de viviendas, siguen siendo unas 800 personas las que se encuentran fuera de sus hogares, y un 75% de ellas permanece asistido en distintos albergues dispuestos por la comuna local. En medio de lo que se considera la segunda creciente de la historia, luego de la de 1959, surge la solidaridad de la gente para con sus vecinos inundados. Varios festivales y acciones benéficas se han multiplicado en los últimos días para sumarse al trabajo que realiza el municipio, la Provincia y la Nación en cuanto a la asistencia permanente de estas familias. Este domingo, en el Predio Multieventos de la vieja estación del ferrocarril, las cooperativas sociales de trabajo organizaron un festival solidario para recaudar elementos para las personas evacuadas de sus hogares. Con números musicales, show y actuaciones varias la tarde transcurrió con gran participación de la gente. De igual manera la Cruz Roja, la fundación Floreciendo Sonrisas y Agmer han sumado su trabajo y su tiempo en ayuda de estas personas que esperan una bajante que aún se niega a comenzar. Por su parte, el gobernador, Sergio Urribarri, precisó que el río Uruguay experimentó una bajante de pocos centímetros, pero que el lago de Salto Grande está por debajo de la cota 36. “Eso es una buena señal, y nos da más fuerzas para pensar en todo lo que tendremos que hacer cuando el agua se vaya. Por eso estamos trabajando en un programa de reparación de las viviendas afectadas por la creciente. Son alrededor de 10.000 los damnificados por esta crecida histórica del río”, dijo. El mandatario afirmó: “La situación está mejor y esperamos que poco a poco las familias afectadas puedan volver a reubicarse en sus hogares”. Confirmó que habrá resarcimiento para que puedan arreglar sus casas y destacó la colaboración de todos los sectores e instituciones que con mucho esfuerzo trabajaron junto al gobierno local y provincial para contener a miles de familias. El gobernador resaltó que pese a lo difícil la situación está controlada, que los evacuados cuentan con todos los servicios garantizados, que la cuestión sanitaria está bajo permanente monitoreo de las autoridades de Salud y que se continuará con un férreo operativo de seguridad que hasta el momento ha sido muy efectivo, ya que no hubo ni un solo hecho delictivo en las zonas de evacuación. Para esta semana no se esperan lluvias, según el pronóstico elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional, “con lo cual se supone que para el fin de semana que viene la situación va a ser mucho más favorable”. Urribarri indicó que también “se está planificando un programa de recuperación integral de todas las playas” y aseguró que “el gobierno va a acompañar con una fuerte campaña de promoción al sector turístico, que es fuente generadora de ingresos y puestos de trabajo genuino”. Villa Paranacito Durante más de siete horas personal de la Municipalidad, Vialidad, Ejército, Policía y Prefectura lucharon para salvar una importante rotura de uno de los principales diques de esa localidad en su planta urbana, con lo cual se logró que 153 familias estuvieran con sus viviendas sin agua y a resguardo de la inundación. El dique San José alberga en su interior casas de barrios en alto, con lo que su rotura implicaba que las familias debían trasladarse con sus pertenencias a la planta alta. De haber sucedido el agua habría alcanzado una altura de un metro sobre el nivel de la calle y 40 familias hubieran debido trasladarse. Las retroexcavadoras municipales y las afectadas por la Dirección Provincial de Vialidad trabajaron, bajo la dirección del senador Eduardo Melchiori y Oscar Peñalba, capataz de la Municipalidad, durante más de siete horas ininterrumpidas, logrando con la colocación de material acarreado por camiones y bolsas de arena impedir el corte del terraplén. La intendenta, Carmen Toller, visitó las 40 familias que viven en bajo, recomendándoles la evacuación, logrando trasladar a la gran mayoría de ellas. “No podemos exigirles que se retiren, pero actuamos a conciencia y con responsabilidad para que sepan cuál es el riesgo si se quedan”, manifestó la intendenta y presidenta de la Junta de Defensa Civil. Además, los equipos de armado de casillas de emergencia, que son distribuidas en el interior de las islas, armado de bolsas de arena para los diques, distribución de alimentos y ropa entre los casos más críticos, continúan trabajando en forma ininterrumpida.