D
e la redacción de INFORME DIGITAL La Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (FHAyCS) perteneciente a la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) está pasando por un momento que evoca dos sentimientos. Por un lado, el de gran alegría para el claustro no docente, ya que se realizará la elección "del primer Consejero Administrativo elegido por sus pares para el Consejo Consultivo Provisorio". Pero por el otro, se debe remarcar que también existe un malestar porque según el Colectivo Azul y Rojo, se "repudia y rechaza el accionar poco transparente de la Junta Electoral -designada por la Decana, Rosario Badano, de la Facultad- que tuvo a su cargo la organización de de lo que constituye el principal y el primer evento democrático para este estamento, omitiendo brindar información sobre el cronograma electoral y desoyendo el petitorio acompañado de numerosas firmas, presentado a la Decana, al Consejo Consultivo Provisorio de la Facultad y también al Consejo Superior de la Universidad, mediante el cual se solicitaba la exclusión del impedimento de ejercer el derecho a elegir que pesa sobre el personal administrativo que percibe sus salario mediante el pago de horas cátedras. El voto cautivo El conflicto se genera según el Colectivo Azul y Rojo porque “los que cobran horas cátedras, se encuentran en una especie de “tierra de nadie”: no son docentes pero en su recibo de sueldo figura que cobran con horas cátedras interinas de nivel superior, no son administrativos porque no cuentan con la estabilidad de aquel que sí tiene cargo y lo que es peor, no tienen ciudadanía universitaria. ¿Qué significa esto? Que no pueden votar para las elecciones y que no tienen ni voz ni voto en ningún proceso de participación e inclusión en la Facultad. A esto se suma que los que tienen horas cátedras saben que su permanencia dentro de la facultad se encuentra subordinada a la discrecionalidad de las distintas gestiones, que suelen utilizar las horas cátedras para poner y sacar personal, a total gusto y piacere, lo que a su vez origina la inmovilidad de cualquier tipo de reclamos ante la posibilidad de la no renovación de las mismas año tras año. Las horas cátedras constituyen hoy por hoy la cartera económica de la que se han valido los sucesivos funcionarios de la Facultad para designar personal administrativo y de servicios, ante el autismo del gobierno provincial de proveer y crear nuevos cargos para este sector”. Las elecciones y los electores El 19 de octubre, mediante Resolución de Rectorado de Uader Nº 1119/09, se convoca a elecciones para Consejero Administrativo para el Consejo Consultivo Provisorio -órgano de co-gobierno de la Facultad- tras la renuncia de quien se encontraba desde hace cuatro años cumpliendo con esta función y se designa una Junta Electoral a tal efecto para las elecciones que tendrían lugar el próximo 15 de diciembre. Más adelante, un grupo de administrativos recolectaron 108 firmas en las distintas unidades académicas de la Facultad para que, en primera instancia, el Consejo Consultivo Provisorio eleve al Consejo Superior el petitorio de eliminar provisoriamente el artículo Nº 23 de la Resolución 104-05 de UADER, donde se establece que para ser elector, esto es, para votar en las elecciones de Consejo, se debe figurar en planta permanente. El petitorio solicitaba que para estas elecciones se incluya a los docentes transferidos y al personal con horas cátedras, porque si no quedaban excluidos del padrón electoral y por ende, del derecho de ejercer su ciudadanía universitaria. Se presentó este pedido en Consejo Consultivo el martes 3 de noviembre, el cual unánimente decidió elevarlo al Consejo Superior que sesionaría el 10 de noviembre en el Rectorado de UADER. “Curiosamente, el petitorio no se presentó en el Consejo Superior y se ninguneó olímpicamente un reclamo que mantenía expectantes a un grueso importante de los administrativos y del personal de ser¬vicios generales. En otro orden, e inesperadamente el martes 17 de noviembre la Junta Electoral -que nunca comunicó los horarios de atención de la misma, ni el cronograma electoral ni ningún otro de información de interés para el estamento no docente- anunció, mediante el acta Nº 02, que ante la no presentación de listas para candidato a Consejero hasta el 16 de noviembre, la elección del Consejero se decidirá el día previsto para las elecciones entre los presentes que comparezcan a la hora y el lugar fijada por esta Junta”, destacaron desde la Uader. Todo en orden pero “entre sombras” Según se confió más adelante, “en primer lugar, que si bien la Junta Electoral se apegó estrictamente al reglamento y cerró la fecha de presentación de listas en tiempo y forma, esta manera de manejarse constituye un accionar deplorable ante la omisión de la publicación de cronograma electoral antes, olvidando que uno de los principios básicos de la democracia universitaria son los procedimientos claros y transparentes, en pro de la construcción del sujeto universitario y de su inserción en el co gobierno mediante la publicidad de los actos. Esta conducta, de moverse entre sombras, es propia de los que creen que sus enemigos son aquellos que luchan por un destino común e inclusor, pero olvidan que la normalización la hacemos entre todos. Dejar afuera la posibilidad de esta construcción coelctiva mediante un apego a la ley en su aspecto más oportuno no es una situación feliz para los que tienen horas cátedras, a quienes no se los consideró y para aquellos que pretendían presentar listas y sumarse, por primera vez en la historia de la Facultad, a un evento eleccionario transparente y participativo”, dijeron desde el Colectivo Azul y Rojo. La respuesta El Coordinador Interclaustros, Dario Olivera, hizo conocer una carta en la que responde a diversas acusaciones antes vertidas. “Quienes manifiestan tamaña preocupación por la normalización universitaria y por el accionar de las instancias orgánicas deberían saber, al menos, que el Consejo Consultivo Provisorio ya contaba con dos miembros en representación del claustro no docente”, marca Olivera. Más adelante destacó que “respecto al carácter que tienen la asignación de salarios a través de horas cátedras, a la cual se le atribuye un carácter clientelar, considero que, seguramente, los firmantes de esa declaración deben tener muchos mas elementos que yo para juzgar esta situación, dado que ningún empleado de la Facultad ha accedido a su cargo por vía de concurso, y cada cual sabrá cual ha sido la vía para obtener el ingreso a la misma. Lo que si resulta extraño es que muchos empleados continúen aceptando incrementos en las horas percibidas o solicitando aumento de las mismas, siendo que, según sus dichos, se trata de un elemento perverso, opinión que comparto”. Si bien el grueso de las acusaciones están dirigidas a la Junta Electoral, “también hay que decir que se remarca, innecesariamente a mi entender, el hecho de que la misma fue designada por la Decana como si esto hubiera sido atribuirse funciones para los que no está habilitada siendo que esto está establecido en el Estatuto Académico. Por lo tanto considero que el párrafo donde se señala `esta conducta, de moverse entre sombras, es propia de los que creen que sus enemigos son aquellos que luchan por un destino común e inclusor´, está dirigido, por elevación, a las autoridades de la Facultad”, dijo el Coordinador quien agregó que “la actual gestión no tiene enemigos dentro de la Facultad y jamás consideramos de ese modo a ningún empleado. Sí, tenemos diferencias de apreciación sobre diversos puntos con algunos de ellos, pero esto no amerita de ninguna manera que caractericemos como enemigos a quienes piensan distinto”. “Esta actitud de `victimizarse´, tan común hoy en día, utilizada por el multimedios Clarín para defenderse de la ley de Medios y por Macri para enfrentar el escándalo de los espías, permite explicar cualquier situación a partir de la maldad de `los otros´”, subrayó Olivera.