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as fotos-multas no sólo siguen generando controversias sino también una catarata de presentaciones por lo dudoso que resulta su aplicación. En Entre Ríos, los tres radares “oficiales”, es decir los que el Gobierno le cedió en concesión a una empresa privada, pero bajo la “supervisión” de la División de Prevención y Seguridad Vial, están labrando un promedio de 150 multas por día. De ese total, un 15 % se pagan en el puesto caminero, el resto son enviadas por correo al domicilio del automovilista infractor. Además de esas tres máquinas “oficiales”, en la provincia y pese un fallo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de 2002, los municipios siguen teniendo sus propios radares, entre ellos La Criolla y Los Conquistadores, ambos en el departamento Concordia. En el caso de La Criolla, el foto-radar está casi ocultó en la ruta, después del único cartel que anuncia que la velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora. Los automovilistas se topan con el cartel cuando vienen transitando a unos 110 kilómetros (velocidad permitida por ley). Visualizado el cartel, en fracción de segundos, los automovilistas deben bajar “abruptamente” la velocidad porque de lo contrario serán anoticiados por carta documento de la “foto-multa”. Engaños En las últimas semanas, en el caso de Chajarí, departamento Federación, por ejemplo, varios automovilistas recibieron en sus domicilios cartas documentos intimándolos al pago de la foto-multa. El abogado Edgar Anzil será el ancargado de hacer los “descargos” de las “supuestas infracciones” que se les labraron a sus clientes. El caso no es menor, en su estudio tiene un promedio de 40 cartas documentos de distintas partes del país, en la que se intima a sus clientes al pago de las fotos-multas, muchas de las cuáles –según confesó el letrado—son muy dudosas. El caso más curioso, por el que Anzil debe contestar la carta documento, es el de un vecino de Chajarí, quien fue notificado que el 1 de noviembre cometió una infracción, mientras transitaba por una ruta entrerriana. Ese día, según comentó el abogado, su cliente se encontraba internado en el Sanatorio Adventista del Plata, en la ciudad de Villa Libertador San Martín, y su vehículo estaba en el estacionamiento del centro sanitario. “Cada carta es un descargo diferente. Pero tenemos casos muy curiosos, por eso nuestra presunción es que se están cobrando multas que no están encuadradas en la ley de tránsito”, indicó. “Otro de los casos que tenemos, es el de un cliente de Chajarí, a quien le llegó una foto-multa de una supuesta infracción que habría cometido el 1 de noviembre y ese día estaba internado en Puígari (Villa Libertador San Martín) y su auto estaba en el garaje del sanatorio. No estoy imputando a nadie, pero en ese caso creo se fraguó una multa”, dijo el letrado. “Muchas de las máquinas (por los foto-radares) no están operadas por nadie, por lo que genera duda y no sabemos si hay superposición de imágenes, porque hay fotos que no son nítidas”, acotó, al tiempo que opinó: “A mi entender, muchos municipios se están atribuyendo un poder de policía que no tienen sobre las rutas. Esto es muy peligroso, porque prima el interés recaudatorio por sobre el factor seguridad”. Los oficiales Aunque están concesionados a una empresa privada, el control y seguimiento de las multas aplicadas, a través de foto-radar, está a cargo de la División de Prevención y Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos. El titular del área comisario mayor Gustavo Maslein, ratificó que son tres los radares móviles que posee la empresa. “Se colocan en los puntos más críticos de las rutas, las que presentan más accidentes. Los radares van rotando, pero las rutas más críticas son la 14, la 12 o la 11”, describió. “Si el foto-radar detecta una infracción, a ese automovilista se lo para en el siguiente puesto caminero, donde se le notifica de la multa y se le dice que puede pagarlo ahí o bien recibirá en su domicilio la multa”, indicó Maslein. Las infracciones más comunes, según detalló el funcionario policial, son excesos de velocidad, cruzar la doble línea o no llevar las luces encendidas. De las 150 multas que se labran por día, según el dato proporcionado por Maslein, sólo el 15 % se abonan en los puestos camineros, el resto deben ser enviadas al domicilio del infractor. En cuanto a los casos de La Criolla o Los Conquistadores, el oficial reconoció que sobre esos radares no tienen potestad. “Dentro del ejido municipal, la Municipalidad tiene competencia, nosotros trabajamos sobre los radares en rutas nacionales y provinciales; es decir lo que no son jurisdicción municipal”, enfatizó. (Fuente: El Diario)