E
n el apartado referido a la obligatoriedad del nivel secundaria, concluyeron que si de verdad el Gobierno quiere avanzar con esa reforma, habrá que hacer inversión en infraestructura.Al respecto, la conclusión que surgió fue que en todo el departamento Concordia harán falta por lo menos 10 edificios nuevos, por cuanto la infraestructura disponible actualmente no garantiza el banco para unos 5.000 chicos que estarán cursando la escuela secundaria. “Ese dato surge de boca de los propios docentes. En Concordia hacen falta 10 edificios para contener la demanda, y principalmente en lo que es la nueva escuela secundaria”, dijo Miguel Stegbañer, secretario general de la seccional local de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). La Ley Nº 9.890 de Educación Provincial, sancionada en diciembre de 2008, establece en su artículo 16º que la obligatoriedad escolar “se extiende desde el último año de educación inicial hasta la finalización de la educación secundaria”. Hasta hace un año atrás, la obligatoriedad sólo llegaba hasta el 9º año. Fracasos A raíz de lo que plantea esa norma, señaló Stegbañer, “hemos planteado fuertemente la problemática que hay, y realmente es innumerable la cantidad de problemas planteados en materia de infraestructura. No tenemos la cantidad de bancos suficientes para garantizar la obligatoriedad. Ni hablar del desgranamiento que están planteando los directivos. Como Concordia es zona de plantación de arándanos, entre octubre y noviembre se desarrolla la cosecha, que ocupa a muchos chicos, que dejan la escuela. Los propios directores cuentan que los chicos emigran entre octubre y noviembre a la zona de las quintas”, detalló. La cuestión va a ser abordada durante el congreso provincial que Agmer citó para este sábado, que se desarrollará en la Escuela Secundaria Nº 9 Gerardo Yoya, de Concordia. El gremio ya ha pedido que se declare a Concordia en “emergencia edilicia”, y el dato lo refuerza Stegbañer al sostener que las reuniones de la comisión de infraestructura a nivel departamental “han fracasado”. En ese marco de cuestionamientos, ayer Agmer dio a conocer un extenso documento en el que planteó que la reforma educativa “deja al desnudo la miseria en que las instituciones educativas y el sistema educativo se ven inmersos, con techos que se caen, sin agua potable, sin baños, sin material didáctico, con docentes trabajando en la indigencia, con estudiantes con necesidades básicas insatisfechas al igual que sus familias, sin presupuesto, con políticas persecutorias, generando listas negras para oprimir y reprimir a todos aquellos trabajadores que en el uso legítimo de su derecho constitucional a huelga sufren descuentos discriminados”. Y sostuvo que “hay enormes distancias que convierten en letra muerta el precepto constitucional de la igualdad de oportunidades y posibilidades en el derecho social y político a la educación. Las políticas del Gobierno estimulan el mecanismo perverso de la injusticia, a más pobreza, menos educación, a menos educación, más explotación y exclusión social”. (Fuente: El Diario)