E
l dólar, que hasta antes de las elecciones era motivo de todo tipo de especulaciones y pronósticos, se convirtió en un actor dormido. Contribuyó a adomercerlo un contexto más calmo a nivel local, que se refleja en las menores expectativas de devaluación, y una situación internacional más favorable, que logró revertir la fuga de capitales y transformarla en ingreso de divisas. Los pequeños ahorristas -que suelen vivir en pesos y ahorrar en dólares- están más tranquilos, pero también cuentan con menores opciones en donde refugiar su dinero. Sin embargo, el billete verde siempre es noticia: cuando sube o, como sucede en la actualidad, cuando se mantiene quieto durante un tiempo. Sucede que el temor de que algún día vuelva a despertarse, sigue latente en gran parte de la sociedad. Los argentinos tienen larga experiencia y están "curtidos" a la hora de enfrentar crisis y cambios abruptos de escenario que los lleva, en períodos relativamente cortos de tiempo, del temor a la tranquilidad. O viceversa. En este contexto, iProfesional.com , consultó a prestigiosos analistas para conocer sus opiniones acerca de cuáles son los "somníferos" que lo mantienen adormecido, cuánto durará este sueño y también qué alarmas podrían llegar a despertarlo. Somnífero I: la gente piensa que el dólar no se disparará Quizá este sea uno de los factores más importantes, pues influye en el comportamiento del pequeño ahorrista, que ya no se muestra tan "amigo de las casas de cambio " y percibe que las expectativas de devaluación son menores, sumado a que su capacidad de compra de billete verde ya no es la misma que antes (por la caída en su poder adquisitivo). Pero también esa baja en las expectativas devaluatorias se ve reflejada entre quienes negocian dólar futuro (esto es, pactar hoy la compra de una cantidad de divisas, a un plazo estipulado, y a un precio prefijado, pagando para ello una prima). En efecto, los contratos en este mercado se están realizando, con fecha fin de año a $3,845, un nivel muy cercano al que se observa en el mercado mayorista de contado (3,822 pesos). De acá a fin de 2009 al dólar le queda un recorrido ascendente de apenas 0,68%, según se ve reflejado en este mecanismo de cobertura. Esto expresa claramente el sentimiento actual de los inversores. El siguiente cuadro permite apreciar la evolución del precio del dólar futuro, que llegó a superar los $4 en junio, en pleno mes electoral, y que luego comenzó su camino descendente: Para el más largo plazo, se pactan precios de $4,005 (junio 2010) y a $4,12 (octubre 2010 ), por lo que las tasas de interés implícitas son del 4,8% y 7,8%, respectivamente. Por el lado de los analistas, los valores no difieren demasiado: para fin de 2009 las consultoras ven una cotización sin sobresaltos, tanto desde Abeceb.com, ($3,90 - $3,95), como de Econométrica ($3,83 - $3,85) y de Analytica (3,95 pesos). Somnífero II: la menor fuga de capitales Hasta horas antes de las últimas elecciones legislativas, el inconciente colectivo apostaba a un dólar "catástrofe" que superaría los $4 mucho antes de fin de año , a causa de los negros nubarrones que se cernían por la confusa situación política. Sin embargo, hubo vientos de cambio. Según Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica, "lo que está influyendo para que el dólar mantenga su valor es la reversión en la salida de capitales, que se viene dando desde julio, y el apetito de los inversores que salen del dólar y van en busca de otros activos más riesgosos y rentables". "Ahora vemos en la Argentina un proceso de apreciación de la moneda local, aunque en menor medida que lo sucedido con las monedas de Brasil, Chile y Colombia", explicó Delgado. Desde la consultora M&S, dirigida por Carlos Melconian, señalaron que " en octubre la dolarización de portafolios registra su valor mínimo desde fin de 2007 y puede estar cerca de cero", fenómeno del que diera cuenta iProfesional.com . En tanto, Marina dal Poggetto, analista del estudio Bein & Asociados, fue más allá y sostuvo a este medio que, incluso, la salida de divisas se transformó en un ingreso neto: "En octubre se revirtió la tendencia y no sólo que no se fugaron capitales, sino que entraron". Somnífero III: ingresan más dólares de los que salen En momentos de alto "stress financiero" el sector privado, en su afán de dolarizar carteras, prácticamente se compraba todo el excedente de la balanza comercial. En la actualidad, esa situación se revirtió, producto de la menor fuga, sumado al mayor ingreso de divisas. Por el lado de la oferta de dólares, Ecolatina espera para 2010 un saldo comercial de u$s16.000 M. Muy cerca se ubica la consultora Prefinex, que estima un excedente generado por el comercio exterior de u$s15.500 M. En tanto, la consultora Finsoport hace referencia a unos u$s20.000 M: Por el lado de la demanda, desde el estudio de Orlando Ferreres proyectan un nivel cercano a los u$s10.000 M para el año próximo. Y desde Prefinex, incluso, prevén la mitad de esa cifra. Somífero IV: Giro en la política oficial Otro aspecto clave que se suma al mejor clima que se respira en el mundo -que permitió que los capitales regresen y la fuga se disipe- lo marca el obligado giro que realizó el Gobierno tras las elecciones. Apremiado por la agenda de vencimientos de deuda y consciente de que no se puede estar indefinidamente "alejado" del mundo (y de las inversiones), el Gobierno mostró a los organismos de crédito internacionales que tenía intenciones de resolver los deberes pendientes: su primer paso fue el de presentar una propuesta de pago a aquellos bonistas (holdouts) que no habían aceptado el canje de deuda en 2005. Para Gabriel Martini, analista monetario de Abeceb.com, "a partir de que el Gobierno mostró su intención de querer volver a los mercados, desde el exterior se comenzó a ver a la Argentina como ´market friendly´ y entonces las perspectivas mejoraron". "Esto generó una entrada de capitales y dio lugar a una fuerte presión bajista en el tipo de cambio", agregó Martini. Somnífero V: el poder de fuego que mostró el Banco Central Otro factor muy tenido en cuenta por los operadores de la City Porteña es la capacidad de Martin Redrado de haber controlado el valor de la divisa "a su antojo" y piloteado muy bien el timón de mando en momentos tensos, que dieron lugar a minicorridas. Esto no fue pasado por alto por el mercado y por los analistas: "El motivo por el cual el tipo de cambio se mantiene en el valor en que lo vemos es porque el BCRA así lo determina", explicó Ramiro Castiñeira de Econométrica. Somnífero VI: el dólar se debilita en el mundo Otro factor clave a tener en cuenta es que el valor de la divisa estadounidense, a nivel global, sufre un proceso de desvalorización muy importante. Esto viene dado por la monumental emisión de billete verde que debió realizar EE.UU. al aplicar sus planes de salvataje, lo que sirvió para ponerle un piso a la crisis, pero a su vez dejó a su moneda totalmente debilitada. Esto fue acompañado por una drástica reducción en la tasa de interés, que rige los destinos de la divisa, a valores cercanos a cero, en el afán del gobierno de ese país de reducir el costo del dinero para alejar la recesión e impulsar su economía. Todo indica que el tipo de interés permanecerá por el piso, al menos, durante los primeros meses del 2010. Al percibir esta situación, y el peligro inflacionario que amenaza a futuro, los inversores internacionales desarmaron sus tenencias en esa moneda y salieron en busca de otros activos. Ver que la crisis había tocado un piso los animó incluso a ir en busca de un mayor riesgo. Ese fuerte ingreso de capitales que se dio en numerosos países, provocó un proceso de apreciación de varias monedas, entre ellas el real y el euro. "En el mundo, el dólar está bajando y por eso no es extraño que genere presiones a la baja en la Argentina", señaló Aldo Abram, de la consultora Exante. Alarmas que pueden despertarlo 1. Inflación local Los analistas consultados por iProfesional.com coinciden en que el próximo año el panorama económico será más alentador que el actual, a partir de un contexto financiero internacional más benigno y por las perspectivas de un marcado incremento en las exportaciones locales, en especial de soja. A pesar de este buen clima, hay un factor que obligaría a ajustar la divisa al alza: el incremento en la tasa de inflación. Una alternativa, a la que podría echarse mano es la de anclar el tipo de cambio o que éste corra por debajo de la suba de precios, para morigerar así la escalada del índice. Sin embargo esto funcionaría como una olla a presión ya que, según expertos, derivaría en un abrupto repunte, tal como sucedió anteriormente, cuando se forzó a la divisa a bajar a $3,09 (septiembre 08) para luego llegar a $3,47 (diciembre 2008) y a $3,83 (junio 2009). Así lo expresó Carlos Melconian: "La mayor presión inflacionaria traería aparejado un desafío adicional: el riesgo de atraso cambiario ". "Con el superávit comercial elevado, y la moneda brasileña claramente por debajo de los 2 reales por dólar, existe la tentación política del Gobierno de ´fijar´ el tipo de cambio nominal en torno al valor actual, como instrumento reactivador del mercado interno", explicó. "Algo parecido ya ocurrió a lo largo de 2007 y hasta fines de 2008, cuando el Gobierno optó por ´fijar´el tipo de cambio en $3,10 en el marco de un elevado superávit comercial, un real fuerte en Brasil y un dólar débil contra el euro. Mientras tanto, la inflación subía a razón de 20% anual y el tipo de cambio real cayó casi 25 por ciento", concluyó. 2. Las provincias con sus cuentas en rojo En este sentido, las perspectivas no son alentadoras pues, para el próximo año, se prevé un marcado debilitamiento de las cuentas provinciales, que podría obligar a la autoridad monetaria a alterar su política cambiaria y alentar una suba en la cotización, para licuar parte de ese déficit. Existe consenso casi unánime entre los analistas que, a partir de la modificación de la Ley de Responsabilidad Fiscal, se profundizarán los rojos provinciales, en un contexto complicado para obtener financiación a bajas tasas de interés. Ante ello, el Banco Central podría verse obligado a incrementar sus compras de dólares -con el consiguiente incremento en la cotización- para así poder emitir esa masa de dinero en pesos que, mediante diversos mecanismos llegaría a las provincias. Esa inyección generará una mayor inflación, necesaria para licuar parte de ese gasto . Rodolfo Santángelo, titular de M&S Consultores sostuvo que "hoy por hoy, lo que ocurre en las provincias es el problema más grave a resolver y el que puede comprometer seriamente la actual situación cambiaria". 3. No terminar de amigarse con el mundo Parte de este contexto de relativa calma del billete verde viene dado por el cambio de escenario: ingreso de capitales, menor fuga de divisas y la voluntad mostrada por el Gobierno para avanzar en resolver las cuentas pendientes -acordar con los holdouts y flexibilizar su postura ante la revisión que exigen los organismos de crédito internacionales-. De alguna manera, el mercado apostó a que la Argentina tiene intenciones de amigarse con el mundo financiero internacional. De no ocurrir, se acentuaría el proceso inverso: volvería la desconfianza, los capitales que ingresaron para negocios especulativos (compra de bonos) emprenderían la retirada a plazas más seguras y presionaría al alza a la divisa estadounidense. Cabe recordar que el país, por estar fuera de los mercados y por los conflictos que se generaron en el ámbito local (campo-AFJP), tuvo una salida de capitales en los dos últimos años superior a los u$s42.000M, cifra cercana a todas las reservas del Central. Difícilmente, sostienen las fuentes consultadas, el país podría volver a soportar un escenario similar. En este sentido, Solanet señaló: "Las cuestiones a las que tenemos que estar atentos son, por ejemplo, la aceptación de las supervisiones del FMI, que se habían suspendido, y que ahora se están discutiendo de nuevo". 4. Relación con otras monedas Si el real y el euro bajan de sus valores actuales -y para varios analistas este es un escenario de alta probabilidad- , volverá la presión de los industriales. Mas aún, teniendo en cuenta la pérdida en la competitividad en las exportaciones, dado que la elevada inflación (entre el 15 y el 20% anual para 2010) irá "erosionando" el tipo de cambio competitivo. 5. Problemas fiscales Cuando finalice este año, se habrá evaporado el superávit y el financiamiento para cubrir vencimientos de deuda pública que proviene , mayoritariamente, del Banco Central y del Banco Nación. En 2010, el Gobierno deberá afrontar vencimientos por u$s7.500 millones y la principal fuente serán las reservas Central, si es que no se logra financiamiento externo. De ocurrir esto, y para mantener el stock de reservas, la entidad monetaria deberá comprar divisas en el mercado cambiario, presionando este accionar a la suba de la moneda. "Mientras más problemas fiscales tenga el país, mayor va a ser la presión hacia un incremento de la divisa ", sostuvo Abram. Perspectivas Los analistas coinciden en afirmar que el actual escenario de dólar estable se mantendrá hasta fin de año con muy leves oscilaciones. De lograrse financiamiento externo, el país tendrá mayor margen para controlar la divisa y ésta podría crecer acompañando el ritmo inflacionario, o incluso por debajo de éste. Si en cambio, el país no se amiga con el mundo, se sumarán más presiones, como las detalladas, que harán que la moneda estadounidense ingrese en un terreno de fuerte presión alcista.