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ara los gobernadores será un alivio, ya que podrán computar fuera de ese cálculo los fondos que destinen a emergencia y asistencia, pero también les permitirá renegociar deuda con privados y con el Estado que ya incluyó en el Presupuesto 2010 un plan de asistencia y refinanciación para las deudas provinciales. Pero como hecho es una mala noticia: las deudas y el déficit en las provincias rebasaron hace tiempo los límites que intentó imponer esa ley, presentada en su momento por José Manuel de la Sota. La sanción de ayer fue, entonces, un manotazo desesperado cuando la situación de endeudamiento provincial y falta de fondos ya rompió el termómetro. La ley fue aprobada ayer por 35 votos a favor y 17 en contra. Suspende hasta fines de 2010 varios artículos de la ley como el 10 que originalmente indicaba que la tasa de incremento del gasto público primario de las provincias no podría superar la tasa de suba del PBI. Excluidos Ahora se excluyen de ese tope los fondos que promuevan «la actividad económica, sostener el nivel de empleo y dar cobertura a la emergencia sanitaria y a la asistencia social». También se suspende el artículo 19 que establecía que «el Gobierno nacional, los gobiernos provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberán ejecutar sus presupuestos preservando el equilibrio financiero». Al modificar el artículo 12, referido a la capacidad de endeudamiento, se les permitirá a las provincias financiar gasto corriente con recursos generados por «la venta de activos fijos de cualquier naturaleza» y con más crédito. También se anunció que se dejará sin efecto el límite que indicaba que los servicios de la deuda no podían superar el 15% de los recursos corrientes netos de transferencias por coparticipación. Éste era uno de los principales escollos a la hora de renegociar la deuda en cabeza de la Nación y en algunos casos con bancos, que ahora también se verán liberados para cerrar acuerdos de refinanciación con algunas provincias. A pesar de apoyar la ley, el kirchnerismo planteó la crisis que viven los gobernadores: «Es fundamental que este año abordemos la situación del endeudamiento de las provincias. Es el momento para hacerlo. Si además salimos hacia adelante, avanzamos en una renegociación del canje de deuda, el país, a partir de 2010, va a ser otro país», dijo Miguel Pichetto. Salvavidas «Se les tira un salvavidas a los gobernadores, pero los espera una lenta muerte sobre el barco», le respondió el radical Gerardo Morales; «el Gobierno nacional de Néstor y Cristina Kirchner se ha apropiado del crecimiento de la economía en desmedro de las provincias. Siempre hubo mecanismos de ayuda a provincias y ahora que están los recursos, nos encontramos que del total del Presupuesto 2010 presentado por el Gobierno, sólo el 23,4% corresponde a las jurisdicciones», dijo. El chaqueño Roy Nikisch lo acompañó: «Cuando fui gobernador, jamás tuvimos que endeudarnos como ahora lo solicitan las provincias. El tema comenzó en 1992, con Menem y Cavallo, cuando tuvimos que pedir financiamiento a la Nación. Resignamos recursos propios en beneficio del conjunto. Pero hoy, a este Gobierno jamás se le ocurriría tener un gesto de grandeza frente a las provincias en crisis». (Fuente: Ámbito Financiero)