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a norma establece que el 30 por ciento de lo que el Estado recauda por retenciones a la soja se deberá distribuir a todas las provincias y municipios. Así, la polémica que se generó tiempo atrás se repetirá ahora: las provincias que no producen soja recibirán millones de pesos.
Según el proyecto de ley de presupuesto que el Ejecutivo envió al Congreso, el año que viene habrá más de 6.400 millones de pesos para distribuir en los 24 distritos del país, de la misma forma que se hace con la coparticipación. De esos, hay nueve que hasta 2008 no cultivaban ni una hoja de soja dentro de su territorio.
En la cosecha 2007/2008, las tres provincias que más toneladas produjeron de esa oleaginosa son Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe y Entre Ríos, con alrededor del 50 por ciento del total del país. En el reparto de los fondos, en cambio, los bonaerenses reciben el 21 por ciento contra el 8 por ciento de las otras tres.
Por otra parte, las provincias de la Patagonia, donde por cuestiones climáticas no se puede cultivar soja, y la Capital Federal, donde ni siquiera hay campos, recibirán alrededor de 100 millones de pesos cada una, dinero que deberá ser utilizado para financiar “obras que contribuyan a la mejora de la infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, de vivienda y vial en ámbitos urbanos o rurales”.
Pero el Decreto 206/09 que creó el Fondo Federal Solidario fija que los gobiernos provinciales deberán coparticipar dichos ingresos a sus municipios. Por ende, los municipios rurales, que son los que más aportan en carácter de derechos de exportación, siempre se van a ver perjudicados en relación con las grandes ciudades de sus provincias. Este es el caso de la provincia de Buenos Aires, donde el reparto de esos fondos durante este año reflejó que los mayores beneficios los tuvieron los municipios del Conurbano.
La forma de distribuir el Fondo Federal Solidario que creó el Gobierno nacional para ganar consenso por las retenciones demuestra, a seis meses de implementado, un fuerte beneficio para los distritos de la primera y tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, en detrimento de las ciudades del interior y los distritos plenamente sojeros.
Los municipios bonaerenses comenzaron a recibir en abril la distribución del Fondo. De acuerdo con información del Ministerio de Economía de la provincia, los municipios del Conurbano, en donde se concentra la mayor cantidad de votos, recibieron en el primer semestre de implementación $ 70.724.254,09, mientras que los 91 municipios restantes embolsaron $ 55.910.053,87.
Una de las mayores diferencias se detecta al comparar un distrito sojero como Carlos Casares con La Matanza. Mientras que el primero recibió 600 mil pesos, el distrito más populoso obtuvo más de $ 8 millones.
Para gobernadores e intendentes de zonas rurales, esta norma los perjudica. Recuerdan los millones que salen de sus distritos hacia la Nación y se lamentan por lo poco que les llega.
En la otra campana, se hace hincapié en su valor para redistribuir los ingresos. “El citado fondo tiene una clara finalidad solidaria de reparto de recursos de origen federal para refuerzo de los presupuestos destinados a infraestructura en las provincias y cada uno de los municipios de aquellas que adhieran”, explica el decreto en sus considerandos.
