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l decano de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la UNER (ubicada en Concordia), Hugo Cives, que en la última reunión del Consejo Superior de esta universidad se pronunció a favor de recibir los fondos provenientes de la minera Bajo la Alumbrera, salió a los medios a cuestionar “la disconformidad” de los sectores que votaron en contra de estos recursos y a los que denominó irónicamente como “la izquierda de café que está en contra de todo y no propone nada”. Cives informó que lo que perciban proveniente de los polémicos “fondos mineros” será utilizado para financiar proyectos vinculados con la preservación del medio ambiente en la región. En ese sentido, apuntó otros problemas importantes en la comunidad como la falta de tratamiento cloacal en las ciudades así como la soja y el uso de glifosato. Para Cives, la falta de presupuesto universitario y el grave panorama en el se hallan varias unidades académicas, incide en el problema de la aceptación o no de los fondos mineros “u otros que puedan venir en el futuro”. Tal situación vendría a justificar la postura adoptada ante el tema. El magro presupuesto, “nos ata las manos”, dijo a medios locales. Internas Asimismo Cives deslizó la cuestión de las internas universitarias de cara a la renovación de todos los estamentos universitarios y en ese sentido se preguntó la polémica saltó ahora y no el año pasado. “Éste es un año electoral en el cual hay dos proyectos, uno que viene de la Facultad de Ciencias de la Educación y otro que es el de la mayoría de la Universidad, en el cual las visiones que uno tiene se respetan, es decir, por la pluralidad”, destapó el decano. Cabe agregar que hasta el momento trascendió el nombre de la antropóloga María Laura Méndez, decana de Ciencias de la Educación, que aspira a ocupar el rectorado. En tanto desde otro sector se estarían movilizando, aunque aún no hay nada oficializado, para postular al ingeniero químico Jorge Gerard, docente y ex decano de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de Concordia (2002-2006) y actualmente al frente de la Agencia de Ciencia y Técnica de Entre Ríos (Actyer). Paradójicamente, entre los principales argumentos en contra de estos fondos, aparecía el alto nivel de contaminación de esta empresa minera cuyo impacto negativo involucra a más de cinco provincias. Cives informó que parte de los fondos que reciba esta unidad académica, o todos si fuera necesario, lo derivarán “a proyectos de investigación de contaminación”. A la par, sugirió que “no hace falta ir a Catamarca sino que los tenemos a nuestro alrededor”, en alusión a los problemas medioambientales. Fue en ese sentido que hizo referencia a la realidad de la cuenca del Río Uruguay: “Deberían observarse los crudos cloacales que van a parar a nuestro río, donde muy pocas ciudades están haciendo tratamientos, está el tema de la soja, del glifosato, también la apertura deliberada de termas por todos lados”, ejemplificó. Otras resoluciones En paralelo, en la última reunión celebrada en Villaguay, el Consejo Superior de la UNER rechazó además la creación de nuevas universidades nacionales que no se enmarquen en un programa político de planificación acorde al crecimiento del sistema universitario en su conjunto. El tema fue abordado luego de que el rector de la UNER, Eduardo Asueta, presentara a los consejeros superiores un documento en el que expuso su preocupación ante nuevos proyectos de universidades, algunos de los cuales “parecen conducir a lograr un rédito político y no a enmarcarse en políticas nacionales de planificación racional de la educación superior”, declaró. Muchos de esos proyectos –señaló Asueta- no cumplen con los estudios de factibilidad aprobados por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ni con la propia Ley de Educación Superior, que institucionaliza a los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior como los órganos que deben establecer una oferta pertinente y estratégica de la creación y redimensionamiento del sistema. “La creación de nuevas universidades significa someter a las ya existentes a un mayor desfinanciamiento que compromete no sólo su calidad y pertinencia sino también su funcionamiento. No perdamos de vista que en el 2009 el presupuesto representó apenas un 66% de lo que determina la aplicación del Modelo Normativo de Pautas Presupuestarias acordado por el Consejo Interuniversitario Nacional y el Ministerio de Educación de la Nación para determinar los costos estándares que las universidades requieren para su normal funcionamiento”, recordó el rector.