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na nena de 11 años que concurre al 5º grado de la escuela Nº 74 Juan José Valle de esta ciudad del este entrerriano está embarazada, y aunque no se sabe con certeza quién es el padre, se presume que se trata de un niño de apenas un año más. El caso conmociona a la población y en especial a la comunidad educativa del establecimiento, ya que las maestras de la niña madre procuran el bienestar y la atención de ella y su bebé por nacer. La futura mamá, una niña delgada y de aspecto completamente infantil, estaría cursando el séptimo mes de embarazo. Pero durante el invierno, con las camperas y otros abrigos, prácticamente no se le notaba. Según se pudo averiguar, no habría recibido al momento ningún tipo de atención médica. No dimensiona lo que le está ocurriendo ni sus consecuencias. Y según quienes la conocen, cuando se le explica que va a tener un hijo, se ríe y evade las preguntas. Corre despreocupada por el patio de la escuela y las maestras tienen que decirle de la mejor forma que no lo haga. “Se le ha explicado todo lo que le está pasando y tratamos de ayudarle en todo lo que podemos”, afirmó a este diario la vicedirectora del nivel Primario de la escuela, Fabiana Fracaloso (Ver aparte). Condición humilde La nena es de condición muy humilde, no sabe quién es su padre y vivía en el barrio Fátima (al noroeste de Concordia) con su abuela, que tiene un carrito y vive de la recolección de basura. En un principio se dijo que la mujer la había echado de su vivienda cuando se enteró de la situación, pero eso fue negado por el entorno de la pequeña, que sí estaría viviendo ahora con su mamá, en el barrio Sarmiento, contiguo al Fátima, donde está ubicada la escuela. Concurre diariamente a recibir la copa de leche y su ración del comedor escolar. La mamá, según se supo, nunca asistió al establecimiento, donde sólo tuvieron contacto con la abuela. Sin asistencia Griselda Galeano, maestra del establecimiento donde hay otro caso de una nena de 13 años que está a punto de dar a luz, comentó a la prensa local que según pudieron averiguar, ningún centro de salud de la zona tiene registro de la situación, y que la niña hasta el momento no habría recibido ningún tipo de atención o control médico, aunque su madre habría hecho algunas consultas en dispensarios. “Desde la escuela estamos tratando de hacer todo lo posible para contenerla. Ella no es consciente del cambio que se está produciendo en su cuerpo. Como maestras, en vez de preocuparnos que la nena esté leyendo, escribiendo, estudiando Matemáticas y Lengua, que es lo que debe hacer cualquier chico de su edad, estamos apuntando al tema de su salud, a su cuidado y al del bebé”, dijeron las docentes. Nadie sabe nada aún sobre “ese chico”, sólo circularon versiones que se trataría de otro niño que tiene apenas 12 años. Asistencia estatal Tras la repercutida noticia conocida ayer, la coordinadora de la Dirección de Rehabilitación y Reparación de Derechos del Consejo del Menor de Entre Ríos, Nancy Ruiz Díaz, confirmó que el organismo intervendrá para garantizar a la niña de 11 años embarazada “la continuidad en la escuela, la atención de la salud y trabajar fundamentalmente con la familia”. La funcionaria hizo hincapié en la necesidad de coordinar acciones de prevención con otras instituciones corresponsables, como “trabajar con las escuelas, ver si en este momento tienen alguna materia de Educación Sexual o si se pueden comenzar a abordar temas relacionados a la privacidad de los chicos, el cuidado de su cuerpo y demás”, explicó. “Le explicamos todo y tratamos de ayudarla” La niña madre tiene una serie de contenciones para afrontar su nuevo estado. La vicedirectora de la escuela a la cual asiste, Fabiana Fracaloso, expresó: “A la nena se le ha explicado todo lo que le está pasando y tratamos de ayudarla en todo lo que podemos”. Frente al interrogante acerca de quién es el padre del bebé, algo que generó numerosas conjeturas, la docente aclaró que “por respeto ni siquiera le preguntamos sobre el tema”. La escuela a la que asisten es “urbana marginal, con chicos de alto riesgo”. Fracaloso reconoció que este inusual caso se suma a otros que acontecieron en el establecimiento protagonizado por niñas de más edad. “Acá somos tías y abuelas de los nenes”, dijo, y señaló que “se hace hincapié en el cuidado y respeto hacia el cuerpo y se les habla de sexualidad y no de sexo”. Marginalidad. Es claro que la situación social de los alumnos que asisten a la escuela no es la mejor. La definición de marginal dada por las docentes no hace más que mostrar una faceta de esta ciudad de 137.000 habitantes. Que la familia de la niña sume el pan a su mesa por medio del “cirujeo”, no es una casualidad a la hora de analizar el caso de una madre de 11 años. Roxana Carmarán, directora de la escuela Secundaria del establecimiento, manifestó que tienen “alumnas embarazadas en EGB 3 y Polimodal y se las ayuda en lo que se puede”. Se contempla especialmente su situación y, en este sentido, rige desde hace cinco años un régimen especial de asistencias y licencias”. “Hay una chica a la que se le permite asistir a clases con su hija, ante la imposibilidad de que alguien la cuide”, dijo Carmarán, y remató: “Hay cosas que realmente nos desbordan, pero por lo menos durante las cuatro o cinco horas de clases estos chicos están contenidos”. (Fuente: Diario Uno)