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�Yo me pregunto: ¿cuál es el pecado del cura? ¿Haber denunciado en voz alta lo que todos conocen desde hace años? ¿Pedir que se atienda mejor a los enfermos, que el hospital esté bien, que tenga insumos, frazadas, que los médicos cumplan horario? No sé qué tiene que ver eso con ser un operador político. Lo único que hice fue reclamar por el hospital público, nada más». El padre Leonardo Javier Tovar, vicario de la Parroquia de Santa Rosa de Lima, de Villaguay, capellán del Hospital Santa Rosa, hasta hace tres meses un ignoto cura de pueblo, pone voz aplomada, sube el tono y no se baja de la polémica que protagoniza. Primero acusó a los médicos de actuar con «métodos mafiosos», porque retaceaban servicios a los pacientes a cambio de la renuncia del director Gonzalo Carril, y ahora carga contra la dirigencia política, un sector de la dirigencia política, un sector de la dirigencia polìtica del Partido Justicialista. Ya discutió fuerte con el diputado provincial Darío Argain, villaguayense, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara baja, a quien reprochó no haberse interesado nunca por la suerte del Hospital Santa Rosa. Como respuesta, recibió una carta documento firmada por el legislador, pero en vez de retractarse, reafirmó todo lo que había dicho. Y desafió: si quedaban dudas, lo retó al legislador a verse en los tribunales. Ahora, después de protagonizar la segunda marcha en defensa del hospital en la que congregó a cientos de personas y en la que junto unas miles de firmas para pedir que el Estado no ceda a las presiones de la medicina privada para «entregar» el manejo del hospital público, tal sus expresiones, se enfrentó con el ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Busti. Reacción Antes, el padre Tovar había tensado de la cuerda. Habló de Argain, y por añadidura, de Busti. «Responde a sus intereses personales y a los de su patrón, que es quien lo maneja”, dijo el sacerdote. Busti le contestó. “Lamento profundamente las expresiones del padre Tobar, ya que es la persona que por su investidura religiosa es la que debe poner mesura y cordura en la preocupante situación que atraviesa el hospital de Villaguay”, dijo el ex gobernador. Y sostuvo que “a los políticos se los debe medir por sus hechos y acciones; y no por falsas suposiciones. Durante mis gestiones de gobierno, nuestra preocupación central siempre fue que las partidas presupuestarias estuvieran al día en los hospitales de la provincia, que no faltaran medicamentos e insumos para garantizar una buena atención”. Luego, le recomendó “que destine sus energías a predicar por la reconciliación de los ciudadanos y no a la confrontación permanente. Las denuncias debe radicarlas en la Justicia y no en los medios de comunicación involucrando a personas que nada tenemos que ver en ese conflicto”. El sacerdote le devolvió la gentileza. «Busti se tiene que acordar que durante su segundo gobierno, al hospital de Villaguay no vino nada. Cero aporte. Sé de lo que hablo porque hace seis años que soy capellán», fustigó. «Ponélo así: dice el padre Leo que durante su segundo gobierno no hizo ningún aporte. Te digo más: un día que visitó Villaguay, al final de su gestión, me lo crucé en el Concejo Deliberante. Fue en un pasillo, y le pedí un aporte de 5 millones, que es lo que me había dicho (el ex director del hospital, Pedro) Crosa que necesitábamos. ¿Sabés qué me respondió? Se rió, miró a la gente que tenía cerca, y dijo: Mirá lo que me pide el cura. No trajo nada». —¿No va demasiado lejos con sus críticas? —Me indigna que gente que nunca hizo nada por el hospital, ahora se paren a juzgarnos a nosotros. Me dicen operador político porque reclamo algo que es justo. Acá hay todo un manejo político. No es el padre Leo, es el reclamo de todo un pueblo. —¿No lo desgasta tanta exposición? —Me desgasta, y me duele el alma descubrir que haya tanta mentira, que haya manoseo, impunidad, y ver cómo los políticos arreglan a su conveniencia y se perjudica a la gente. Que un diputado mienta, que un ministro no sea claro, eso hace mal a la democracia. ¿Cómo puedo confiar en legisladores que mienten? Yo no defiendo un trabajo, ni un negocio ni una rosca política. Defiendo lo que creo que es justo. Tal vez soy un poco efusivo, pero soy así por la impunidad y la caradurez que veo en alguna gente. (Fuente: El Diario)