A
lberto Ríos, el chofer de la línea 28 de la capital cuyana, recibió 300 pesos como recompensa a su desinteresada acción. El hecho se produjo el viernes 21 de agosto alrededor de las 10, cuando Ríos limpiaba su unidad y se encontró con el maletín negro. Al abrirlo, vio muchos fajos de dinero y se le cruzó que podía ser de una persona que lo transportaba para su trabajo, como efectivamente sucedió. “Siempre creí que si encontraba plata no la iba a devolver. Pero cuando vi ese maletín lleno de fajos de billetes no dudé en dárselo a su dueño”, contó sobre lo ocurrido el chofer, un hombre de 39 años casado y con cuatro hijos. Carlos, un sanjuanino que vive en Santa Fe, se dio cuenta se había olvidado el dinero perteneciente a la empresa para la cual trabaja, que llevó a San Juan para comprar tierras. El chofer, tras encontrar el maletín con el dinero en pesos, euros y dólares, lo guardó y manejó en dirección a la empresa de transporte, con el fin de entregar el dinero. Sin embargo, tuvo que pasar por la misma esquina en la que había dejado a Carlos, el dueño del maletín, quien ya se había dado cuenta de su fatal olvido y trataba de ver la forma de localizar el colectivo. El hombre le hizo señas al transporte y le preguntó al chofer si había encontrado “algo”. El chofer le entregó el maletín y el hombre, que cambió rápidamente su cara de asustado por otra de felicidad, lo abrazó y le agradeció con 300 pesos. “Estas son cosas que te ponen a prueba. Yo empecé a trabajar a los 8 años, con mi papá. Siempre me decía que lo que es de uno es de uno, y lo que no, no. Creo que por eso no pensé en dejarme la plata”, explicó Ríos.