N
ueve alumnos ubicados en algún punto de esta provincia, nueve alumnos que habitan zona de islas, en el Delta entrerriano, estuvieron un mes sin clases. Fue por un trámite: la única docente a cargo de la escuela dio a luz a una beba, y tomó licencia, esa licencia cumplirá este martes exactamente 30 días. Sólo el viernes pasado los alumnos se encontraron con una docente suplente. Nadie quería tomar el cargo. Nadie quería arriesgarse a la soledad de las zonas inhóspitas de la provincia, ningún docente había tomado el cargo, nadie aceptó el convite de mudarse a una casa a préstamo, convivir con extraños, extrañar el lugar propio. Entonces, los nueve alumnos de la Escuela N° 37 General San Martín, de la zona de la isla El Pillo, en el Delta de Victoria, permanecieron en ascuas, a la espera, sin clases, hasta que un docente aceptó tomar el cargo, un docente de Crespo. Fue el viernes. ¿Cuándo llega? No es la única espera. Los alumnos también esperan que llegue la escuela flotante construida especialmente para reemplazar a la casilla de madera que ahora ocupan, y donde dan clases, una casilla desangelada, desguarnecida, descuidada. El 15 de mayo fueron botadas desde el Puerto de Bajada Grande dos escuelas flotantes con destino a los departamentos Victoria y Gualeguay, en cuya construcción se invirtieron 1,3 millones, únicas en su tipo en Latinoamérica, según la prosa oficial. Cada una con capacidad para albergar 26 alumnos, dotadas las escuelas flotantes de energía solar, salón de usos múltiples, cocina, sanitarios y un sector destinado a los docentes. Entonces, más de tres meses atrás, pusieron proa a sus respectivos destinos, la Escuela Nº 70 Crucero General Belgrano, en el Arroyo Sepultura, Islas Las Lechiguanas, departamento Gualeguay, y la Escuela Nº 37 General José de San Martín, en la Isla El Pillo, en el departamento Victoria. La Unidad Ejecutora Provincial, encargada del proyecto, ilustró los detalles de la obra: dos artefactos navales flotantes sin propulsión, como solución práctica y conveniente a las necesidades de establecimientos educativos ubicados en el valle aluvional del río Paraná, en el Pre Delta que está constituido por lagunas, riachos, arroyos, canales, islotes y bañados, con suelos inestables e inundables. Punto. Y aparte. Las escuelas, se dijo, serían entregadas en el lugar indicado debidamente amarradas, con el muelle articulado instalado, y todas las instalaciones funcionando. Punto. Ahora si El martes 16 de junio el armazón de lo que será una escuela flotante, la Escuela N° 37 General San Martín, llegó al Puerto de Victoria, y desde entonces está ahí. Aquel día fue como en día patrio. Los alumnos en el Puerto, saludando la llegada, las autoridades circunspectas, acompañaron el acto, solemnes todos, satisfechos del deber cumplido. El viernes, la directora departamental de Escuelas de Victoria, Susana Moutunet, aceptó que la escuela sigue anclada en ese mismo lugar adonde llegó hace casi dos meses. Varada la escuela. “Está en el Puerto, porque estamos a la espera de la construcción del puente flotante y el amarre”, dijo. Rossina Paola Aguilar es docente, única docente, directora de la Escuela N° 37, con licencia por maternidad, pero todavía, aún, ligada a la suerte de la escuela flotante. “Aunque estoy de licencia, he tratado igual de seguir los trámites, y me he puesto en contacto con la cooperadora y la Departamental para ver cómo conseguimos los elementos necesarios para poder trasladar la escuela flotante”, dijo. “Pero es algo provisorio, hasta que se haga lo definitivo. Intentamos que a través de la Departamental que se compren unos postes, para hacer un amarre, porque no hay árboles en la zona, no se puede amarrar. Y la asociación cooperadora se encargará de plantarlos. Además, se está por comenzar a construir una pasarela, para que puedan pasar los alumnos, y llegar a la escuela”, detalló. Si las gestiones llegan a destino, es probable que se pueda contar con la infraestructura básica como para que la escuela flotante inicie su viaje final, y por fin sirva al propósito por el cual fue construida, y botada, e inaugurada, y saludada. Que aloje alumnos. Condiciones La docente Rossina Paola Aguilar, directora de la Escuela N° 37, dice que actualmente dan clases en “una casilla que fue donada por una empresa, pero es muy fría porque es sólo de machimbre y realmente con las temperaturas bajas del último tiempo, el lugar resultaba muy frío”. —¿Qué pasa con la escuela flotante? —El edificio de esa escuela es un lujo. Pero aún no hay donde amarrarla por lo que hasta que no se construya un pilote marítimo, o algo así me dijeron que no se puede llevar porque no hay donde amarrarla y quieren hacer algo seguro. (Fuente: El Diario).-