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a mujer de un productor los amenazó con arma de fuego y ejecutó dos disparos hacia el lugar donde estaban. De acuerdo a lo informado por Gustavo Acosta, él y un delegado de una firma exportadora local se hicieron presentes en la quinta citrícola de un productor de apellido Stivanello, que había echado a un trabajador que tenía en negro. La misma “apretada” habría sufrido el trabajador despedido. La quinta en cuestión está ubicada sobre calle Concordia de Chajarí, en un sector limítrofe con el casco urbano. La visita era motivada por la situación irregular de un trabajador de esa quinta, el cual había sido despedido y por quien se pretendía llegar a algún arreglo económico, habida cuenta de la relación laboral por fuera de la ley que durante el tiempo de trabajo había mantenido. Según Acosta, la conversación entre él, el delegado de la exportadora y padre e hijo de la familia Stivanello se desarrollaba con normalidad hasta que salió la esposa del dueño. En ese momento, tras inquirir a los funcionarios sobre quienes eran, comenzó a agredirlos verbalmente de una forma virulenta. Luego se retiró, pero a los minutos salió por el frente de la casa exhibiendo un arma de fuego, la cual no dudó en hacerla disparar, ejecutando un par de disparos en forma horizontal, hacia el sector donde Acosta y su colaborador estaban, aunque las balas fueron a parar a unos 20 metros de ese lugar. La mujer siguió amenazándolos verbalmente pero los mediadores no se retiraban del lugar. (Fuente: Diario Junio)