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l Superior Tribunal de Justicia (STJ) decidió reubicar a la ex secretaria del Juzgado Civil y Comercial Nº 8, Norma Ceballos, en otro puesto de igual envergadura: ahora suple a una funcionaria que se acogió al beneficio jubilatorio, Mónica Ronchi, y ocupa la vacancia que ésta dejó en el Juzgado Civil y Comercial Nº 5 como secretaria interna, medida dispuesta a través de una disposición del 29 de julio último. Ceballos se había constituido en la piedra de toque que movió a una insólita medida dentro del Poder Judicial: enemistada con su superior, el entonces titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 8, Roberto Parajón, consiguió que el STJ dispusiera la remoción del magistrado. El desplazamiento se realizó sin atender las elementales normas del proceso: el acusado no tuvo tiempo de defenderse, y el cese en su función se produjo antes de que se hubiera avanzado en la instrucción de una información sumaria. El conflicto se había disparado tras la renuncia de la secretaria de Parajón el 22 de mayo último. La aparición de un expediente que había mantenido en su despacho la secretaria más tiempo del prudencial derivó en un entredicho con el juez, y la presentación de la dimisión por parte de Ceballos. En medio, terció el vicepresidente, Germán Carlomagno, pareja de Ceballos, que decidió tomar cartas en el asunto, siendo juez y parte, según se lo recriminó un par del máximo tribunal, Carlos Chiara Díaz. Así, la suerte de Parajón se decidió en el acuerdo general del 2 de junio: ese día la mayoría del STJ votó por su destitución. Chiara Díaz lo expresó sin medios tonos en esa acordada del Superior Tribunal: hizo saber que el pedido de remoción de Parajón planteado por Carlomagno “tiene como antecedente lo actuado por ese Juez en relación a la doctora Norma Ceballos, quien es su pareja desde hace varios años. Aunque yo le crea todas y cada una de las afirmaciones a su relato, lo importante es que es eso solo lo que tenemos en análisis para decidir la separación o no del doctor Parajón”. Repercusión Aquella remoción desató una serie de quejas y advertencias de abogados, magistrados y tuvo repercusión en la Legislatura, donde se impulsó un proyecto de ley que tiende a limitar las facultades del STJ para nombrar o remover jueces y funcionarios en carácter de suplentes o interinos. Pero también derivó en la presentación de un recurso de revocatoria por parte de Parajón contra la resolución del máximo tribunal al resolver desplazarlo. El escrito, que ingresó en Tribunales el 18 de junio último, todavía no ha sido resuelto. Aunque con Parajón desplazado y reubicado en la Defensoría General –y no en su cargo original de relator del vocal Carlomagno—, ahora se abrió una instancia de información sumaria, que a finales de julio último comenzó a dar sus primeros pasos, y es resultado de la presentación que efectuó Cevallos ante el STJ. Parajón, según dijo , no se ha reintegrado a Tribunales desde que fuera separado de su función, a principios de junio. Tiene diagnosticado un “estrés agudo”, lo cual lo mantiene alejado de la actividad laboral. Tardanza Mientras, el ex magistrado aguarda una definición en torno al recurso que ingresó en Tribunales contra aquella acordada del 2 de junio del Superior Tribunal que supuso su desplazamiento como titular del Juzgado Civil y Comercial N° 8. Recuerda Parajón que el incidente que derivó en su desplazamiento se originó en un entredicho con su ex secretaria, y tras un llamado de atención del máximo cuerpo por un supuesto atraso en las causas. “Concretamente, y ante mi consulta sobre la situación de un expediente que figuraba a despacho desde hacía más de dos años, la abogada Ceballos manifestó que el mismo se hallaba `cajoneado´, en la realidad de los hechos, oculto en el cajón de su escritorio". Juicio y prejuicio En el escrito del ex juez Parajón, con patrocinio legal del abogado Pedro Reviriego, se señala que “del texto de la acordada surge claramente que no se ha tomado una mera medida administrativa de cese, que se ha realizado un verdadero juicio, donde se han valorado manifestaciones, se me han efectuado graves imputaciones, se me atribuyen conductas y expresiones que no me pertenecen, se ha valorado, juzgado y sancionado, sin la más mínima intervención ni posibilidad de expresar la verdad de lo ocurrido con la renuncia de la secretaria, verdad que existe, y que contraría la “versión” interesada de la que se han hecho eco la mayoría de los excelentísimos vocales” (Fuente: El Diario)