E
l chalet en que residía la mujer estaba tan atestado de cosas que la policía tuvo que inspeccionar cinco veces hasta encontrar su cuerpo. Tenía un espacio de apenas 60 centímetros cuadrados para caminar entre sus posesiones. Su amigo, Roy Moran, reveló a los investigadores: "Vivía sola. Su casa era su santuario, siempre estaba impecable y en los últimos años no dejaba que nadie entrara en la casa. Se daba cuenta de que el tema de las compras se le estaba yendo de las manos y necesitaba ayuda pero era muy obstinada y no tomaba ninguna decisión". Cunnane confesó a Moran que el hecho de comprar objetos atractivos, "como floreros", le daba placer. Fanática de los programas de televisión sobre antiguedades, alguna vez dijo tener 300 bufandas. Su auto también estaba lleno de cosas y en una oportunidad pasó cuatro horas con un vecino vaciándolo antes de la inspección anual de automotores. El caso se reveló ahora pero ocurrió hace unos meses. Los vecinos alertaron a la policía el 6 de enero pasado. La búsqueda inicial en su chalet fue inútil "a raíz de la gran cantidad papeles y objetos personales que había en el interior", dijo el detective inspector Kevin Dolan. El cadáver fue hallado finalmente en una habitación "bajo una pila de ropa y otros objetos". El patólogo Philip Lumb dijo que había muerto por una bronconeumonía y que también tenía cáncer.